Capitulo 5

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Algo no iba bien y lo notaba, era una sensación en el pecho de presión contaste y pocas veces me confuncia. Me quedé en el recibidor de la casa dando mil vueltas a millones de posibilidades y vi la puerta que daba al garaje y lo vi claro, si mi padre no contaba nada averiguaría donde iba y por que. cojí las llaves del coche y salí por la puerta sin que mi madre o carmen me vieran. Por suerte el garaje aun estaba abierto y aprobeche y saque el coche sin las luces para no llamar la atención y espere hasta que vi como mi padre y Lucas se despedian metiendose uno en la casa y otro en el coche emprediendo la marcha. Este era el momento de seguirles sin que ellos se dieran cuenta.

***

Entré en la casa pensando en lo que El señor Lopez me habia dicho, ahora debería tener mil ojos más encima de ella se que en egipto lo habían intentado dos veces sin ningun resultado y haria todo lo posible para que esta vez pasara lo mismo, que no pudieran tocarla ni un pelo. Pero teníamos un prome... Carla no podría enterarse que habian amenazado a su padre y que se basava en ella, asi que tendria que apañarmelas sin tener ningun apollo para no llamar la atencion ni de ella ni de Bulfert. entre en el salon y como no la vi supuse que habia subido a su habitacion a cambiarse y ducharse asique decidí hacer lo mismo mientras ella estaba arriba. La verdad es que la tarde había sido muy amena, si que es cierto que no habiamos mantenido mucho contacto pero por lo menos durante un rato nos dimos una tregua y pude entender parte de su comportamiento.. tener una vida que te gusta aun que fuera a millones de kilometros de tu casa tiene que ser duro dejarla para volver a una situación de peligro constante. Sabia lo que es esa sensación, al principio me sentia así cuando me tocaba irme fuera y dejaba a mis padres preocupados sin saber si algún día volverían a verme. Pero el tiempo hace que te acostumbres a cada situación y a saber manejarla pese a las circustancias. Y a Carla podria con eso siempre y cuando mantubiera su rebeldía calmada y no supiera muchas de las cosas.

Ya estaba vestido y seguía sin saber nada de Carla, no estaba en la cocina con Carmen, ni si quiera en el salón con su madre y ni ellas sabian que habiamos vuelto. Asi que subí a su habitación para ver que estubiera alli y al llamar a la puerta no obtube ninguna respuesta, lo intente varias veces y nada, asi que entre pero nada, ni el baño de su habitación estaba y eso no me gustaba.

-Joder, donde narices se habra metido esta cria.-Baje al salón en busca de la señora Lopez para intentar llamar al telefono de Carla

-Señora Lopez, su hija no se encunetra en su habitación y la e buscado y nada, dejeme su numero para llamar al telefono.-Enseguida ella se levanto corriendo a darmelo mientras maldecia el comportamiento de su hija y su poca responsabilidad.

Marque su numero mil veces pero no obtenía respuesta, joder y justo ahora que precisamente estaba bajo amenaza.***

***

No paraba de vibrame el movil con un número que no tenía, pero rapidamente supe quien es porque seguidamente empezó a llamarme mi madre y el numero de casa. Yo seguí por la carretera a mi padre y me estrañaba que no fuera dirección aeropuerto, a lo primero pensé que se la podrían haber saltado pero cuando aparecieron dos más me di cuenta que no iban en esa dirección. Despues de unos 20 o 30 minutos acabamos en un poligono y aparque el coche en el callejón y me bajé a asomarme por la esquina.

Entonces vi como mi padre se baja del coche y saludaba a un hombre demasiado musculoso que estaba rodeado de 5 tios de negros cn metralletas colgadas, ¿donde narices se había metido mi padre? ¿Y quien eran esos hombres armados?

Me fije en el que hablaba con mi padré, aparte de su cuerpo demasiado musculoso y su pelo negro, vi que tenía un tatuaje que le sobresalia por el cuello. Mi padre le entregaba un maletín que el hombre tatuado entrego a uno de sus hombres y este le dio otro e cual mi padre no dudó en abrir y en sacar un fajo de billetes bastante gordo. ¿Pero que es esto? ¿Dinero? noté como en el bolsillo trasero de mi pantalón me bribaba el movil y sin mirarlo coji el telefono.

Por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora