Apocalipsis

Capítulo 3

Después de tan emotivo reencuentro, de múltiples disculpas, de una tardía recuperación en la que tuve que mantenerme alerta más que relajado porque en cualquier momento del día, si bajaba la guardia, podría haber sido violado, al fin, volvimos a la acción.

La civilización que había quedado después del accidente apenas comenzaba a reconstruirse. Aún habían muchos pequeños grupos dispersos por el mundo, pero ya empezaban a verse varios poblados semejantes a pueblos. Era en uno de ellos dónde había estado recuperándome, así que cuando salimos nos encontramos directamente con un agradable lugar.

Las personas iban y venían, habían niños corriendo y puestos de comida distribuidos por el pasillo que supondría ser la "calle" principal. Naturalmente toda la zona estaba alejada de lo que alguna vez fue una gran ciudad, claro que de ahí sacaban cosas para construir o sobrevivir, pero la comunidad se encontraba más bien a un lado de los grandes edificios derrumbados.

— Me obligan a mantenerme un mes entero dentro y cuando salgo comienza otra tortura — replico refiriéndome al sol, estirandome y dejando que este bañe mi piel expuesta, una sensación placentera después de tanto tiempo. Es cierto que lo que dije fue una queja, pero en realidad se sentía bien un poco de exterior después de tantas paredes.

— Dices eso, pero estoy segura de que extrañabas el olor a desierto y suciedad — se burla Vanessa saliendo detrás de mí y aprovechando para darme una ligera nalgada.

Abro la boca para protestar, sin embargo, otra voz me interrumpe.

— Ella tiene razón. Además, te sienta bien el sol, hace brillar tu cabello — Luka me guiña un ojo al pasar y da otra nalgada del otro lado.

Ahora, algo molesto, di un par de pasos con la intención de desquitarme de una buena vez, empero, alguien más se me adelanta y propina un par de zapes en las cabezas de Vane y Luka.

— Saben bien que no me gusta que hagan eso — sanciona Félix ligeramente divertido — Al menos esperen cinco minutos a que salga antes de acosarlo de nuevo.

— ¿Podrían recordarme por qué dejamos que el menor nos de órdenes? — pidió la teñida al tiempo que se sostenía la cabeza en la zona del golpe.

— Todos acordamos que es el más capaz de liderarnos — responde una pelirroja con una sonrisa, apenas saliendo — Y personalmente, creo que es lo correcto.

Al no tener nada más que replicar, la otra chica prefiere callar, y Luka tan solo se mantiene en silencio porque sabe que no puede ganar una discusión contra Tess.

— No sé ustedes chicos, pero yo extrañaba esto — retoma la palabra el menor del grupo — Esta agradable sensación de que todo está bien, ah — suspira con una amplia sonrisa — Justo lo que necesitamos para la siguiente misión.

Los demás nos quedamos sorprendidos. Apenas terminábamos una misión, a duras penas de hecho, y ya había que seguir con otra.

— Espera ¿Qué? — Luka es el primero en hablar — Pero.. Por poco morimos. Por poco se nos va Álex — dice señalándome.

No estoy muy cómodo siendo el lisiado en esta situación, pero estoy de acuerdo, era muy pronto para continuar.

— Lo sé chicos, lo entiendo también — su sonrisa se ladea ligeramente en un gesto que resulta más bien triste y se acomoda las gafas — Son órdenes de los directivos. Dijeron que era necesaria su ayuda, no quisieron elegir a nadie más — y su expresión de falsa felicidad se rompió.

Unas traviesas lágrimas se asomaron a la orilla de sus grandes ojos rasgados, aunque se esforzaba por contenerlas. Ahí se notaba que era el menor, el más sensible, y sin embargo le obligamos a cargar con nosotros.