Apocalipsis

Capitulo 2. Quiero soñar

En la oscuridad, estoy justo en medio de ella. En los ojos de una adolescencia cristalizada, la más preciosa de las luces cuelga en los pasillos de la casa. A lo lejos escucho una de las canciones de mis grupos favoritos sonar, Dream de Imagine Dragons es curioso que a nadie le moleste, aunque para mí es un milagro que suene tan fuerte. Mamá está en la cocina preparando la cena, todo se siente tan cálido, hace mucho no me sentía de esta forma.

Algo me llama afuera, se escuchan como sollozos o lamentos, así que me dirijo a la ventana que ahora está cerrada y oculta detrás de las cortinas. Tengo la sensación de que si miro no habrá vuelta atrás pero de igual forma me asomo por ésta misma. A lo lejos logro distinguir algo de caos, tristeza, dolor que intenta llegar a mí, sin embargo dentro de casa me encuentro seguro. Estoy a punto de darme la vuelta aliviado por no encontrar nada importante y me dispongo a ir con mi madre quien ahora mismo me está llamando dulcemente, sin embargo algo más allá afuera llama mi atención. Cuando logro descubrir que se trata de mi hermana vestida extraño mientras llora, una ola de horror se apodera de mí y ni siquiera lo pienso, salgo corriendo de la casa a su encuentro.

Apenas pongo un pie fuera una luz cega mi vista y mi cuerpo se vuelve pesado. Parpadeo un par de veces para acostumbrarme a la luz, aunque de todas formas mi visión ahora es casi nula, apenas logro ver la sombra de una cabeza mirándome a través de una tela color carmesí y sé que es mi hermana pues es exactamente el mismo sonido que hacía cuando la veía desde adentro de la casa.

De a poco mi memoria se vuelve más clara y voy recordando que fue lo que pasó, algo salió mal en la misión. El lugar explotó antes de tiempo y de no haberme apresurado para sacar a Vane y Luka probablemente no habríamos sobrevivido, al menos espero que ellos estén bien, son unos molestos pervertidos pero son mis amigos.

Vuelvo a intentar centrarme en mi hermana, creo que está diciendo algo pero no logro escucharla, tan solo veo un mar de tonos rojizos y oscuros sobre mí.

Mi respiración comienza a volverse más lenta con cada segundo que pasa, sé que pronto me quedaré dormido. Oh hermanita, ahora que está todo tan silencioso y tranquilo me gustaría decirte que sé todas tus razones. Sé las razones por las que, a pesar de ser yo el mayor, me mantienes alejado. Es porque todo es un desastre, pero no te preocupes, ahora me estoy marchando pues todos nosotros solo estábamos soñando.

Realmente todo es un desastre. Todos nosotros estamos viviendo en un sueño, pero la vida no es lo que parece, tan solo vivimos creyendo que lo que hacemos es correcto y no hay nadie que pueda decirnos lo contrario. Oh, realmente todo es un desastre. Y toda esa pena que he visto en tus ojos que ahora parecen inalcanzables me lleva a creer que todo es un desastre.

Pero quiero soñar, aferrarme a lo que tengo ahora, quiero soñar, déjame soñar. Quiero soñar, quiero soñar, estoy falto de otros sueños sobre épocas doradas y estar en la cima, no tengo ganas de seguir así que simplemente, déjame soñar.

Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro, pues estaba seguro de estar entre los brazos de la persona que más amo, mi hermana. Y así, lentamente mis ojos se cierran sin nada que pueda evitarlo, mis sentidos se apagan y mi conciencia se vacía al tiempo que la canción antes mencionada termina por apagarse dentro de mi cabeza.

Una semana después

— Alex..... — un murmuro suena en mi cabeza, se escucha como si alguien me llamara pero tengo demasiado sueño así que lo ignoro y sigo durmiendo.

— Aún está dormido — volví a escuchar otra voz junto a una risitas y en mi mente sentí que conocía esa voz.

Trataba de descifrar a quién pertenecían las voces cuando mis pensamientos fueron interrumpidos por la sensación de unas manos el la parte interna de mis muslos. Entonces rápidamente reaccioné, las voces eran de Vanessa y Luka. Aún con los párpados entumidos logré abrir los ojos y pronunciar.

— ¿Qué hacen, par de idiotas? — al parecer los asusté porque quien fuera el dueño de esa mano traviesa, la apartó de inmediato.

— ¡Álex, despertaste! — dijo la chica mientras se hacía la inocente.

Mientras tanto, la puerta de la habitación se abrió dejando ver a una joven pelirroja entrar con una charola de comida en las manos.

— ¿Otra vez lo están molestando? — su voz sonó alegre, aunque yo mejor que nadie pude notar cierto aire de tristeza. Al parecer no había notado que estaba despierto pues, cuando me miró soltó lo que tenía en las manos y se lanzó a mis brazos — ¡Alex! ¡Despertaste! ¿En qué momento? Gracias al cielo estás bien.

Instintivamente la abracé ignorando el dolor de las recientes heridas, sentía que habían pasado siglos desde la ultima vez que abracé a mi hermana.

— Estoy bien, tranquila — me limité a decir mientras acariciaba su cabello del mismo tono que el mio — ¿Podrían decirme qué pasó exactamente? — pedí mirando también a los dos chicos que ahora nos miraban tiernamente.

— Claro, claro~ — respondió Luka hablando por primera vez desde que desperté — Dormiste durante una semana completa — explicó — Gracias a que nos salvaste de la explosión — señala a Vanessa con una mano — Creímos que morirías, sobre todo cuando te desmayaste con una sonrisa en la cara. Tess lloró a mares, incluso pensamos que se arrugaría como una pasa de la deshidratación — bromeó. Yo solo miré el rostro de la mencionada, ciertamente tenía unas muy notables ojeras — Pero el doctor dijo que estarás bien, de hecho ya estás casi completamente curado.

Yo solo asentí a la información recibida — ¿Y Félix? — pregunté al no mirarlo cerca.

— Está en una junta justo ahora, aunque también vino a visitarte varias veces — contestó Luka de nuevo. Yo solo asentí ligeramente para después mirarlos a ambos chicos de pie frente a mi.

— ¿Ustedes dos están bien?

Ambos se miraron unos segundos y asintieron sonriendo.

— Gracias a ti lo estamos — dijo en voz baja y algo culpable Vanessa.

Abrí la boca con la intención de aclararles que yo solo hice lo que ellos hubieran hecho por mi, pero fue interrumpido por un reciente movimiento por parte de mi hermana. Entonces entendí lo que quería. Volví mi mirada a la teñida y al azabache frente a mi.

— Ustedes no tienen la culpa de nada — aclaré — Por ahora ¿Podrían dejarnos a solas un momento?

— ¡Oh! Por supuesto, nosotros tenemos cosas que hacer — dijo la chica mientras empujaba a un Luka totalmente fuera de contexto hacia a salida — Disfruten su reencuentro chicos~ — y se fueron.

Levanté un poco los rojos cabellos ajenos sobre mí, y llamé a mi hermana.

— Tess — hice una pausa como pensando qué debía preguntar — ¿Qué pasa?

Ella se quedó en su sitio inmóvil hablando por fin después de un momento.

— Yo... — comenzó algo insegura — Leí tus pensamientos antes de que te desmayaras.... ¿Querías morir?

En ese momento me vinieron a la mente todos los pensamientos que había tenido cuando estaba por perder la conciencia. A decir verdad, me habría gustado simplemente quedarme dormido, escapar de todo este desastre que ahora era nuestra realidad pero, no puedo dejar sola a mi hermana en este mundo injusto. Por ello solo asentí respondiendo su pregunta.

— Lo siento — me disculpé sinceramente, me habría gustado que especialmente ella no tuviera que haber escuchado eso — Pero, ahora es diferente — le hablé lo más dulce que pude, tratando de transmitirle mi tranquilidad — Estuve soñando mucho y me di cuenta que no hay mayor infierno que uno donde no pueda protegerte.

Ella tan solo se quedó en silencio y volvió a hundir su rostro en mi pecho. Creí que estaba molesta pero ese pensamiento se esfumó al sentir como se mojaba mi ropa con sus lágrimas.

— Jamás vuelvas a pensar cosas así o te mataré yo misma — me reprimió tratando de parecer dura, cosa que no funcionó porque podía escuchar a la perfección su voz quebrada y temblorosa — Jodido cursi.

Una sonrisa se dibujó en mis labios, seguido de una pequeña risa — Como digas mamá — y después de recibir un golpe por ese comentario nos quedamos así hasta terminar dormidos.