Capítulo 6

5 0 0
                                    

Miro la dirección que me pasó Joel una vez que estoy en mi coche, hoy Miami amaneció con un clima perfecto

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Miro la dirección que me pasó Joel una vez que estoy en mi coche, hoy Miami amaneció con un clima perfecto.

Mientras manejo me gruñe la barriga, planeaba desayunar en la cuidad. Cuando me desperté no tenía hambre y no me preparé nada, pero veo que ahora mí estomago cambió de opinión. Se que tengo cerca un restaurante venezolano que me encanta, se llama "Budare" así que decidí ir allí.

Cuando estoy en él, ordeno una arepa más una Malta, lo pido para llevar ya que me lo comeré en el carro. Adicionalmente pedí unos tequeños para Joel, se que le encantarán.

Luego de unos veinticinco minutos ya me encuentro frente a un edificio, me imagino que Joel vive aquí. Llego a la puerta y un vigilante pregunta mí nombre, se lo doy y éste me busca en un lista, luego de verla me deja entrar. Tomo el ascensor y al salir busco la puerta J-20.
Toco el timbre y al minuto sale un Joel sonriente.

—¡Bienvenida Jen!—Me indica que entre.

—Hola Joel—Le digo sonriendo y abrazándolo—Te traje tequeños—Le tiendo bolsa.

—¡Oh gracias!—Los Toma—No se que es pero debe saber delicioso—Dice mientras se sienta en el sofá.

—Es una comida Venezolana, te encantará—Digo sentándome junto a el.

—¿Tú quieres agua o algo?—Me pregunta pero yo niego con la cabeza.

El asiente mientras observo el departamento, es muy lindo.

—¿Vives aquí?—Pregunto.

—Si con Evan—Responde— Pero mayormente me la paso solo, casi nunca está. Al parecer le encanta quedarse con sus primos, con su familia y especialmente con su sobrino.

—Eres un mal Roomie entonces—Digo riéndome—Prefiere vivir con sus primos que contigo.

—No Creo—Dice también riéndose—Yo ni molesto, pareciera que no viviera aquí en realidad, soy todo un ángel—Dice seguro, yo solo ruedo los ojos.

—A lo mejor ese es el problema—Digo—Lo aburres.

—¡Que va! Si soy un alma de las fiestas del grupo—Dice riendo.

—Pero en casa eres otra cosa—Le respondo y el solo rueda sus ojos. Joel abre la bolsa que le traje y prueba su contenido.

—Esto está delicioso—Dice tomando otro bocado—¿Cómo es qué se llama?

—Tequeños—respondo—Te dije que te gustarían—El prueba otro.

—¡Me encanta!—Dice riendo.

SINCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora