Me estoy alistando para ir al concierto de los chicos y después a una pequeña fiesta que hará Ricardo en su casa.
Estoy casi lista, solo me falta maquillarme, aunque igual no soy muy amante a los pegotes en mi cara así que sé que no tardaré tanto, prefiero siempre estar al natural, además que hace que a veces me pique la cara, cada vez que me maquillo lo hago de manera sencilla.
Cargo puesto un vestido muy lindo y simple de color blanco, es mi color favorito, más unos tacones y en mi cuello tengo una linda cadenita dorada que me encanta. Llevo mi cabello liso, me miro en el espejo y estoy satisfecha con mi apariencia.
Ellie me envió un texto que estaría en diez minutos en el estacionamiento de mi apartamento. Así que tomé mi bolso, mi teléfono, mis llaves y me encamino hacia la recepción.
Una vez allí, saludo a el vigilante y le deseo buenas noches, me siento en uno de los sofás que se encuentran en la sala y los minutos llega Ellie tocando su corneta.
Me da un silbido. Yo ruedo mis ojos.
—¡Estás muy sexy!—Me grita desde la ventana.—Ese vestido resalta todas tus curvas—Dice pícaramente.
—¿Puedes bajar la voz mujer?—Le digo con los dientes apretados—Me estás haciendo pasar pena al frente del vigilante.
Digo mientras abro la puerta de su coche y me adentro en él, ella suelta una carcajada.
—Bueno y para eso es que estamos las amigas ¡Para avergonzarnos!—Dice y pone en marcha su auto.
A veces me provoca ahorcarla pero recuerdo que es la única amiga que tengo en este país y se me pasan las ganas. No conozco a más nadie.
El camino hacia el lugar donde será el concierto se pasa de forma divertida, primero hablamos, echamos chistes, luego ella encendió su radio y nos pusimos a cantar a todo pulmón. Cualquiera diría que estamos locas.
A la media hora ya nos encontramos en el lugar, estaciona su carro y nos bajamos para entrar. Al bajarse la detallo y Ellie también está muy bonita.
Tiene un vestido de color rojo que le llega a la mitad de sus muslos, su cabello está con un poco de ondas y unos tacones que le asienta muy bien en sus piernas también está maquillada mucho más que yo pero a ella le queda perfecto, no se ve para nada recargada.
—¡Pero mírate!—Le digo—¡Estás en llamas! Seguro Pablo se quedará con la boca abierta cuando te vea.
Ella sonríe y da una vuelta para mostrarse mejor.
ESTÁS LEYENDO
SINCE
Teen FictionJennifer Mendes es una joven de 24 años Venezolana, ya graduada de la Universidad en la carrera de Comunicación Social, que emigró hacia los estados Unidos en busca de un futuro mejor. Ella siempre se ha caracterizado por ser una mujer independient...