Decir que no lo conocía sería una enorme mentira y Jimin detestaba las mentiras. El de cabellos rosáceos podía recordar casi a la perfección la primera vez que sus almendrados ojos tuvieron frente a sí a la obra de arte que era Jeon Jungkook, su tierno y tímido vecino, un castaño callado que no fue capaz de levantar la mirada aun cuando él había sido quien tocó la puerta de los Park para devolver una vieja tijera de podar, que días después se enteró su madre les había prestado en cuanto se mudaron.
El pelirrosa continuamente se reprendía por no haber estado atento a aquella mudanza, si tan sólo hubiese prestado atención a la casa de al lado hace un mes y medio, seguramente ya sería mejor amigo de Jeon y a punto de ser su novio para casarse, tener dos hijos y un perro. Bueno, soñar era gratis. Con un suspiro, el menudo chico se levantó a pesar de que aún le quedaban varios minutos para que sonase su alarma, quizás podría ir caminando hasta el instituto.
Dándose una rápida ducha, se vistió sin prisas para comer una manzana y lavarse los dientes antes de emprender su camino. Con su mochila sobre su hombro diestro terminó por ponerse los audífonos y caminar a paso tranquilo, tarareando las canciones que resonaban en sus oídos. De seguro sería un buen día.
Las clases avanzaban sin problemas, sus profesores seguían siendo unos aburridos pasando materia interesante de una manera tan desagradable que hasta el más aplicado terminaba perdiendo el interés. Park se encontraba haciendo garabatos en las hojas de su cuaderno, evitando contacto visual con su compañero de puesto, el rubio, Kim Taehyung. No era que detestara o algo similar a su compañero de cuadrada sonrisa, sino que ya no era capaz de seguirle el juego del coqueteo que éste insistía en tener, porque sí, el de cabellos rosas lo admitía, en cuanto inició el curso, el chico carismático a su lado le había gustado un poco, incluso en más de alguna oportunidad estuvieron a punto de besarse, sin embargo, ahora su crush era otro y sería leal a su amor netamente visual por su vecino.
Por suerte el receso llegó con prontitud, e ignorando el llamado insistente de Kim, así como su mirada lujuriosa, procuró apresurarse para dirigirse hacia el patio. Sí, como pensaba ahí estaba Jeon, sentado solitario contra el edificio, escribiendo algo en su cuaderno amarillo mientras arreglaba continuamente sus anteojos redondos, eran tan bello que con sólo contemplarlo dos segundos ya se le había salido un suspiro enamoradizo.
El castaño era menor y lo sabía, estaba por dos cursos más abajo y por lo que había escuchado no tenía amigos, ¿cómo era posible que nadie quisiese acercarse a Jeon? El de cabellos rosas no lo entendía.
Frunciendo sus labios, camino a paso lento, disimulando lo mejor que podía para quedar sentado en una banca un poco más lejos, pero, en frente a su proclamado chico ideal, su sitio favorito; donde podía mirarlo sin sentir culpa, pues sus amigos de otras clases siempre terminaban haciéndole compañía, haciendo que no se note el desvío de sus ojos. No estaba actuando como un completo acosador, ¿verdad? ¡Claro que no! Se daba ánimos a sí mismo, y es que ni su círculo más cercano estaba en conocimiento de su fuerte atracción hacia el menor. Jimin no era realmente muy introvertido, sin embargo, había algo en lo más profundo de sí que lo obligaba a mantener sus sentimientos para sí, guardando su primer amor en una caja de cristal en lo más recóndito de su corazón, donde nadie pudiese verlo, donde nadie pudiese herirlo.
La alegre forma de ser de Park, daba resultados cuando deseaba algo, y es que no le costó demasiado descubrir que Jeon era el rechazado de su salón y de los otros del mismo curso, pues por alguna razón, no respondía a nadie más que a los profesores cuando le preguntaban algo, tenía una voz agradable según sus compañeros, pero su personalidad huraña los había obligado a dejar de intentar algún tipo de amistad. El castaño era jodidamente inteligente, y hacía absolutamente todos los trabajos solo, se decía que sus padres habían pagado mucho en la escuela para que nadie cuestionara aquello, mas eso eran solo rumores. El de cabellos teñidos también se enteró que nunca se despegaba del peculiar cuaderno amarillo con el que lo veía durante los recesos, que tenía un talento innato para el arte y los deportes, según el grupo de chicas que le contaban aquello, Jungkook era perfecto en todo sentido.
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CBP [KookMin]
Romance"Sólo era el nuevo vecino, sólo era el primer amor." ◄ Three Shot ◄ KookMin ◄ Leve mención VMin