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Las ideas llegaban a la mente del pelirrosado como lluvia en un día de otoño, sin importarle realmente no haber pegado un ojo en toda la noche, se mantuvo alegre a medida que anotaba las diversas alternativas en un viejo cuaderno. Llenó fácilmente veinte páginas con más de un plan para hacer que su vecino finalmente le perteneciera, por supuesto, también había algunas buenas ideas que debían pulirse o detallar, mas dentro de todo lo que había escrito tenía su top tres.

En el último puesto de su ranking había pensado en sencillamente echar a todas las personas de la biblioteca al día siguiente para encerrarse junto al castaño, atarlo a la silla mientras dormía con la finalidad de poder hablar con él en cuanto despertara, sentándose en su regazo por comodidad, para después besarlo y llevarlo al límite. Las mejillas de Park se calentaban con sólo imaginarlo.

La segunda de su lista requería un poco más de esfuerzo y algo de ayuda. Quizás podría pedirle el favor a Taehyung, estaba seguro que con otra disque cita el de voz grave aceptaría, además, se notaba que a Kim le fascinaba demostrar sus habilidades y para qué decir de la fuerza de su cuerpo, porque sí, el puesto número dos correspondía a que alguien interceptara al menor y lo golpeara un poco, ¿y si le rompían un brazo o una pierna? Sonaba un poco exagerado, pero como él iría a su rescate podría cuidarlo por más tiempo, que ventaja era la de vivir tan cerca. Oh, sí, acariciarlo cada día a medida que sus heridas sanaran sería magnífico, tocar su suave piel, darle besos sobre las cicatrices y moratones de seguro haría que caiga por él.

¿Qué había de su idea estrella? El primer puesto era sin dudas lo más trabajoso, pero suponía que sería lo más satisfactorio. Necesitaría comprar algunos relajantes musculares para prepararle unos deliciosos cupcakes, el más bajito lo obligaría a recibirlos como regalo y se aseguraría que comiera uno o dos, eso sería más que suficiente, ¿luego qué? Sencillo. Jimin planeaba esperar su no novio fuera de su casa, entrar sería un poco complicado, quizás tendría que hacer una copia de llave o entrar por alguna ventana abierta, sin embargo, una vez que estuviese con él en su hogar lo demás si sería fácil. Kook estaría atontado y su cuerpo reaccionaría lento, todo estaría a su favor para poder declararse, besarlo y llegar hasta el último nivel.

En verdad casi no podía contener la emoción. ¿Cómo sería hacer el amor con el castaño en su propia casa? ¿Las sábanas tendrían su aroma? El cuerpo del mayor ardía en deseo, y al ser casi las cinco de la mañana no se contendría, alejó un poco la silla de su escritorio para poder desabrochar sus pantalones, su imaginación había ido tan lejos que ya se encontraba completamente erecto. Lamiendo sus gruesos labios, retiró su miembro para comenzar a acariciarlo en un lento movimiento desde arriba hacia abajo, trazando círculos en la húmeda punta cerró sus ojos, casi podía imaginarse a Jeon devorando con ímpetu su zona sensible. Su mano libre se coló bajo su camiseta para juguetear con sus pezones, pellizcándolos de manera alternada sólo para que el calor del momento acrecentara. Su respiración se tonó pesada y tuvo que morder su belfo inferior para evitar nombrar a su amado en medio de aquella ola de placer. No bastó mucho y su mano se cubrió con su cálida semilla. Que frustrante era todo aquello, sin embargo, estaba más que seguro que pronto todas sus fantasías se cumplirían; Jungkook iba a corresponder sus sentimientos, y pasarían tanto tiempo juntos que podrían tener sexo rudo contra las paredes hasta entrelazar sus dedos entre palabras cariñosas cuando llegaran al orgasmo. Sólo tenía que esperar un poquito más para poder actuar. 


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El camino hacia sus clases había sido igual que siempre, viendo desde la lejanía a su adorado castaño, sonriendo bobamente con un ligero rubor sobre sus mejillas. Jimin se sentía dichoso con sólo compartir el mismo aire que respiraba su menor, tanto así que ignoró por completo el hecho de no haber dormido una mísera hora por la noche, claro que su rostro se veía más pálido de lo acostumbrado y bajo sus ojos había unas oscuras bolsas, mas a pesar de ello, se veía y sentía radiante.

CBP [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora