La preparatoria es un ambiente complicado, toda la gente se mezcla entre sí y siempre encontrarás el ambiente tóxico en alguna parte de tu vida.
Las personas van y vienen, dan lo mismo.
Te encontrarás con todo tipo de personas, cada una diferente a la otra, con su propia esencia, con su propio pensamiento y manera de ser.
Sobrevivir y pasarla bien todo el tiempo era un poco...Complicado.
Chen pasó por la puerta principal, tenía una gran sonrisa en su rostro. Iba acompañado junto a Suho y Lay. Siendo su último año en la preparatoria habían logrado entrar al equipo de béisbol. Los tres llevaban el uniforme puesto, nunca habían logrado ser populares, no eran ricos ni resaltaban, pero esto les daba una gran oportunidad.
De hecho Suho tenía buena posición social, ya que era guapo, pero las chicas lo consideran un poco tonto. Además era un don Juan. Sus piropos eran ridículos.
Por otro lado, al chino lo creían homosexual. Pero la pubertad para el último año le había pegado fuerte, enormemente, traía un físico para envidiar.
Chen caminó por el pasillo logrando obtener miradas, llegó hasta el casillero de Chaeyoung y la saludó con un fuerte abrazo.
Resulta que Chae era vecina de Suho, y Chen cuando era pequeño iba siempre a jugar a lo de Suho. Ahí fue dónde ambos conocieron a Chae, luego en la escuela secundaria se les unió Lay y se volvieron un grupo inseparable. Chae traía siempre a su amiga Dahyun.
–¡Felicidades!– Dijo emocionada Chaeyoung y le dió unas palmaditas.
–¿Me sienta bien?– Dijo Chen parándose frente a ella.
Su sonrisa en verdad era deslumbrante.
–Te queda increíble– Contestó.
–Diganme, ¿Para cuándo confirmarán su relación?– Se entrometió Junmyeon golpeando el casillero.
Las mejillas de ambos rápidamente se tornaron rosadas y miraron hacia los lados tomando un poco de distancia.
–Ya déjate de decir idioteces, Suho– Habló Jongdae.
De repente una rubia apareció de golpe, y besó a Junmyeon en la mejilla. Era su hermana melliza, Sana.
–¿No creen que mi hermanito es el idiota más lindo?– presionó su mejilla.
Suho hizo una mueca, Lay y Chen se miraron entre ellos confidentes.
Sana sin duda era una de las más populares, era una chica linda y un poco solitaria. La gente solía odiarla. Las chicas la detestaban, al ser tan bonita y de alguna manera la excluían, o le decían que era extraña.
A decir verdad no era raro, Sana siempre fue de andar sola y hacer cosas extrañas. No tenía filtro, o eso creían.
Loa chicos la amaban, las chicas la odiaban.
–¡Yo también quiero unirme al club de Béisbol!– Dijo de repente.
Todos la miraron confundidos, –Se supone que es solo para hombres, además las chicas bonitas no juegan Béisbol– Contestó Chen.
Fue una respuesta sin más importancia, pero a Chaeyoung le había quedado rebotando en la cabeza.
“Las chicas bonitas”
¿Ella era bonita?¿Por qué Chen nunca se lo había dicho y a Sana si?
Y de repente un pequeño ente apareció –¡Bonjour!
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