Fight me!

I'm home

Taemin abrió la puerta dejando salir un suspiro principalmente de cansancio. Había sido una semana larga y aunque apenas eran las siete de la noche lo único que deseaba era tomar una ducha para después acostarse, ni siquiera tenía apetito pero sabía que debía comer algo desde que su última comida había sido casi a medio día. Soltando un quejido en voz alta dejó sus cosas regadas por la sala mientras se encaminaba a la ducha.

Dejo que el agua caliente lavara la mayor parte del cansancio y estrés que sentía, cuando salió se sintió un poco mejor. Con paso cansino se dirigió a la cocina mientras pensaba que podría hacer para cenar que no requiriera mucho esfuerzo, de pronto el timbre sonó haciendo que su corazón saltara en su pecho. Sabía que no podía ser quien esperaba pero aun así corrió a la puerta.

- Buenas noches, Tae – saludo la mamá de Minho que no hizo ningún comentario ante su cara de decepción, ella sabía cómo se sentía –

- Buenas noches – respondió el chico abriendo la puerta dejándola entrar, de pronto se sentía apenado por el desorden de su casa –

- Pensé en traerte algo de cenar y comer juntos – dijo ella caminando directo a la cocina –

- No tenía que molestarse – respondió siguiéndola –

- No es ninguna molestia, - aseguró ella – además algo de compañía te hará bien, sé que debes estar ansioso –

- Gracias – fue lo único que pudo responder Taemin –

Mientras la mujer calentaba la comida que había llevado compartieron una ligera charla sobre sus actividades del día. Minhye le contó sobre el nuevo huerto que estaba plantando en su jardín y Taemin considero hacer algo similar, parecía una actividad relajante. Por su parte el médico le conto como se estaba adaptando a su nuevo trabajo como profesor en la universidad y cirujano en el hospital local.

- ... entonces le dije que dejará de molestarme o mi prometido que es militar le daría una golpiza – contó mientras Minhye reía de buena gana. Cuando ambos se calmaron Taemin no pudo evitar sentirse melancólico –

- ¿Has tenido noticias? – preguntó ella –

- No, pero Minho me dijo que tendrían las comunicaciones restringidas – dijo sin poder ocultar su desanimo –

- No te preocupes, estará bien –

- Lo sé – respondió aunque no estaba muy seguro de ello –

Minhye se retiró a las diez de la noche cuando su esposo que terminaba su guardia nocturna paso por ella en su patrulla, los despidió con una sonrisa después de asegurarles de que llamaría en caso de que necesitara algo. Apenas cerró la puerta su sonrisa se desvaneció.

Con desanimo se preparó para acostarse, una vez en la cama aunque el cansancio era demasiado no pudo conciliar el sueño, no había podido hacerlo desde que Minho saliera en su última misión antes de darse de baja del ejército.

**

Hacía cuatro meses se habían comprometido.

Fue en uno de sus días libres cuando Minho insistió en que fueran a visitar a sus padres, Taemin aceptó y lo miró confundido cuando pasaron la casa de estos sin detenerse.

- Te pasaste – le dijo alzando una ceja –

- Lo sé – respondió Minho con una sonrisa mal escondida –

- ¿A dónde vamos? –

- Ya lo verás –

El militar condujo unas calles más y se detuvo en una casa que Taemin no había visto antes. Bajo de la camioneta a instancias de Minho, caminaron hasta la entrada donde se detuvieron.