Contacto primario

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Imagen: Phaeton de Los cuatro desgraciados, de Hendrick Goltzius

En mi mundo no solo tengo en cuenta mi mente. Tan profundo se siente abstraerse de lo concreto y físico, que mi parte racional llega a un límite, y por verse en lo nunca acaecido empiezan a aparecerse ideas inconexas pero similares, llenas de ruido y cristales que vienen a decirme más de una cosa.

Al entrar en este microuniverso, me induzco en esta pequeña dimensión, y la evasión entra en juego. Me encuentran disperso e inmerso en la distracción causada por la pasión de la reflexión más elemental, tal como lo es esta. 

Quizá molesta a quien me presta atención, quizás infecta a otros a llevar esta situación. Sea como sea no entra dentro de mi intención lo de puertas para fuera, pues mi interior ha de ser comprendido, si me quiero hacer entender a todo lo que afuera siempre ha existido.


Mis dudas comienzan por las apariciones, desde mi especie(ser humano) hasta las ideas, que se aprecie y que se vea, ¿dónde empiezan las ilusiones?

La aparición de un sentido quizá no tuvo que construirse, ni nutrirse, ni si quiera exhibirse para entenderlo. La gente no me entiende, por emplear el tiempo en entendimiento de lo concreto, cuando lo más sensato es considerarlo inexistente. Como decía, el sentido quizás nunca ha nacido, quizá sea la esencia de lo establecido pero está claro que se ha de descubrir por completo, lo cual considero imposible. Y sabiendo esto emprendo un viaje de múltiple ambigüedad.






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