(Imagen: Der Astralmensch (The Astral Man), Sascha Schneider)
Antes de irme, recuerdo experiencias, las recopilo y me doy cuenta del impulso que me hace emprender esta aventura. Me percato de este y lo entiendo:
Desde que inicié mi adolescencia busqué acabar con mi desconocimiento, y fui consciente de mi ansía pero no del todo. Al igual que he sabido filtrar información y fuentes de conocimiento social, científico o cultural, nunca he hecho selecciones de fuentes antropológicas, metafísicas y todo aquello que hable del sentido de nuestra existencia (tanto la humana como la existencia propia en si).
Y eso fue generando una necesidad de comprensión que es esencial para un desarrollo personal óptimo. El sentimiento de primeras se percibe, pero puede tardar mucho en verse y mucho más en analizarlo. Y es eso lo que me ha pasado. Cuando he decidido adentrarme en esa maraña sináptica repleta de desorden epistemológico, he pensado en lo que dejaré atrás por mucho tiempo, y de pronto, vi que aquel impulso desconocido y pasional, era mucho más que una simple sensación.
Reconfortado por ese descubrimiento me voy sin pensarlo más. Voy pasando por cada tramo...la piel de mi frente, con las reservas de muestras de estrés, extrañas especies sujetando cubos de sudor, parecidos a albañiles de una obra cualquiera. Entre la aponeurosis y el periostio me encontré a entes bastante fuertes sujetando y estirando los músculos. Al parecer no tenían nada más que hacer.
El paso por el hueso fue bastante tranquilo, no había nadie, solo algunos conocimientos que ansiaban por entrar en mi interior, lo cual me hacía entender mi suspenso del otro día en Física. Lo siguiente fue todo lo contrario, una vez dentro de las meninges había una situación tensa.
Antes de llegar al final, grandes cordones de seguridad habitaban la zona, como si de un gran secreto de estado se tratase.
_¿Se ha equivocado de dirección? (Me pregunta un cuerpo de seguridad de duramadre.)
-No simplemente quería pasar a la región cerebral.
_¿Viene con orden de su jefe de obra?
-No entiendo, yo no pertenezco a ninguna obra.
_Mire, no sé de dónde proviene, no sé si me está vacilando, pero no le recomiendo continuar. Mi deber es impedirle el pase, no le convendría a usted sobrepasarme.
(Notables estruendo y agitaciones generales)
" todo se agita sin embargo estas personas no comentan nada, ni si quiera se sorprenden."Pienso
Entonces comprendo, que aún me pertenece el control de las ordenes de mi cuerpo. Si me frustro se hace notar, entonces pienso en permitir mi paso a mi región cerebral.
De pronto nadie se dirige a mi ni si quiera con el más mínimo contacto visual. Incomodo ando ansioso de llegar a mi pequeño universo. Cuando finalmente paso todas las meninges, salta un aviso sonoro:
_Si decide entrar en la región cerebral perderá el poder sobre este cuerpo, y este pasará a un modo de mando automático.
Me quedé perplejo, no por el mensaje, si no por el hecho en sí de que tal voz en off se comunicase conmigo. No le dí muchas vueltas a lo que acababa de oír y continúe sin pensármelo dos veces.
De pronto, una inmensa oscuridad aparece ante mis ojos, y poco a poco percibo como todo se va haciendo más claro. Voy percibiendo poco a poco un ruido que era constante. Unos persistentes chispazos se escuchaban, aunque no me resultaba muy molesto.
No sabía muy bien cómo estaba dentro, es decir, no sabía en qué dimensiones me encontraba. No sabía si era del tamaño de una célula, de un átomo, de una molécula...y realmente nunca lo llegué a saber.
Paseaba entre neuronas, reacciones químicas y múltiples cosas que me sorprendían por mucho que las viera. Estaba perdido y no sabía lo que hacer. Hasta que me di cuenta de que no paraba de rodear una especie de agujero negro.
Fui hacía a él y por fin parecía haber llegado a lo que vine a buscar. ¿Sabes cuando imaginas una enorme habitación en la cual están distribuidos todos tus pensamientos, tus imaginaciones y todo lo que puedas llegar a crear con tu mente? Pues era exactamente eso, aunque más que una habitación, era un mundo entero.
A pesar de ser un espacio extremadamente amplio, se mantenía lineal en cierta medida. Y según andaba me di cuenta de que era una cronología de mis pensamientos, y por cada región, establecido por una etapa, había muchísimas desviaciones que llevaban a todo un mundo de elementos. Los había desde muy sencillos a muy complejos. Entonces comprendí que mi estancia aquí, sería una muy duradera.
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Simbiosis
SpiritualLas personas no podemos llegar a una unidad esencial sin haber convivido en mutualidad con otras personas, con algunas abstracciones, o cualquier otra cosa con la que sea posible unirse. Esta historia no es un relato de dependencia, si leemos la de...