SIN FINAL FELIZ

dioses y prejuicios

Siglos han pasado y los tiempos han cambiado, quizá las historias de amor que se han escrito terminan con un "después de los obstáculos lograron tener una familia y vivieron felices por siempre".
Pero esta historia no es como otras...
Tiempos antiguos donde los dioses eran temidos, respetados, alabados y sobre todo solicitados.
Una princesa y un caballero coinciden y al instante quedan profundamente enamorados, claro que no podrían casarse puesto que ella está comprometida por una alianza, haciendo caso omiso a la situación ellos empiezan un torrito romance que es descubierto por aquel pretendiente a desposar, aquel hombre le propone dos opciones una es casarse y terminar con aquellos encuentros y la segunda opción es ser juzgada por el consejo; dispuesta a luchar por su idilio con aquel caballero prefirió estar en contra de la monarquía y de ser necesario morir, días pasaron y fue condenada a morir ahogada, el juicio empezó y sin remordimiento la lanzaron al lago, su amado en desesperación se lanzó al cuerpo de agua para salvarla, con esfuerzo llegaron a la orilla, su princesa dió un último suspiro y murió en sus brazos tal fue su dolor que Anteros(Dios de el amor correspondido) se apiadó de la joven pareja y los transformó en un árbol que conforme el tiempo se convertiría en un santuario para los amantes y enamorados que al recordar aquella historia de amor les daría esperanza y valentía para honrar a aquella pareja que el hombre separó pero un dios se apiadó y los unió y quizás en algún momento serían capaces de reencarnar y vivir sin miedo a ser juzgados.

No tiene un "vivieron felices y comieron perdices".
Pero si una lección de que si amas en verdad y estás dispuesto a todo no importa el riesgo solo aquel sentimiento.