Ella no era hermosa como la mayoría de jóvenes de su edad, no era alegre ,ni caprichosa como muchas, no tenía las grandes curvas que tantas lucen cuál trofeo, pero había algo que llamaba su atención y no era porque sea lo mejor sino porque en sus ojos se veía el vacío, la decepción y la frustración que todos ocultan y no era porque así lo quisiera sino que ya no sabía cómo ocultar el dolor de su día a día, quizá sus problemas no tenían nada de él otro mundo, pero eran lo suficiente como para que todas las noches pensará mil veces en que error cometió para que la tratasen así, quizá su madre desquitaba su estrés en ella, quizá arruinó los planes de su padre al llegar al mundo, quizá todos esperaban que su madre logrará sus sueños pero al llegar ella todo se fue abajo, quizá por ella es que su familia era infeliz, quizá por eso todos sus tíos la trataban de esa manera solo por el hecho que ella no fue deseada, quizás por eso ella nunca conoció el cariño ni el calor de una familia...
aquella chica era tan singular por su mirada pues demostraba siempre lo sola y frágil que estaba aunque por fuera parecía decidida y feliz, una noche de año nuevo por un mal entendido fue brutalmente golpeada por su madre, que en vez de pedir respuesta solo la golpeó hasta cansarse, claro que eso no era nada comparado con el dolor que sentía emocionalmente, después de todo desde que nació siempre fue juzgada injustamente y unos golpes no eran nada, siempre era criticada, juzgada, humillada,maltratada verbalmente y sobretodo viviendo con un miedo a hablar lo que sucedía; años pasaron esa niña creció y aunque tenía una hija sus ojos siempre parecían tristes, porque a final de cuentas quien le hace tanto daño ni siquiera fue un desconocido sino su propia "familia
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SIN FINAL FELIZ
DragosteLa vida no es color de rosa y mucho menos tiene siempre un final feliz, déjame mostrarte que no todas las historias tienen un "vivieron felices para siempre"