Se encontraba en la puerta de una casa que desconocía pero, por alguna extraña razón, le recordaba a Natalia. Decidió entrar, al ver que la puerta se encontraba abierta, no había nadie en la casa. Sólo se encontraba él y el sonido que dejaban sus pisadas al caminar por la casa. Primero optó por entrar en la cocina, la cual estaba prácticamente vacía, salvo por unas latas con comida podrida y un vaso de agua a medio tomar. Pareciese como si alguien se hubiera ido de este lugar hace un tiempo, el suficiente tiempo como para que se pudra esa comida enlatada. Al salir de la cocina vio una puerta y una escalera, la cual se dirigía hacia arriba. Subir por la escalera parecía mejor opción, ya que en la puerta presentía que pasaría algo malo. Ya en el piso de arriba, estuvo revisando las habitaciones, las cuales se encontraban raramente normales, lo único que pudo encontrar fuera de lo normal fueron unas máscaras de diferentes animales, leones, perros, elefantes y otras más pero la única que lo perturbo fue la del León, ya que al tocar su melena sintió una extraña sensación, que creía conocer. Entonces se encontró con la idea de que esa melena de la máscara del León pudo haber sido hecha con cabello de personas. Bajo para no darle más vueltas a ese asunto de las máscaras y resolvió cruzar la puerta de abajo, al entrar vio unas escaleras por las cuales bajó. Había un estrecho pasillo, por el cual apenas pudo pasar, al otro lado estaban unas cuantas sillas, una mesa y puerta. Se sorprendió al pensar en lo grande que era la casa.
En la mesa se hallaban unas botellas con alcohol y unas cartas. En el pomo había unas manchas de sangre, recientes al parecer. Luego de entrar por la puerta logró visualizar una chica atada y sin nada de cabello, me acerco para preguntarle que le pasó o para asegurarme de que se encuentre bien. Su rostro tenía muchas marcas algunas cicatrizadas y otras con sangre todavía. Intento hablarle pero me doy cuenta de que es en vano, está inconsciente, trato de desatarla pero empiezo a escuchar unas cuantas voces hablando y riendo. Me invade el deseo de salir y pedirles ayuda pero, en cambio, agarro un cuchillo que se hallaba cerca de la chica y me ocultó en un armario con unos extraños elementos. Escucho que abren la puerta y empiezan a hablar entre ellos, son unos 4 los que acaban de entrar. Uno de ellos dice que despierten a Sofía, que supongo será la chica que tienen atada.
—No hace falta que despierten a alguien que ya está despierto.
—Parecias dormida, desatenla—Dice uno de ellos.
—Ay me encanta que me aten.
—A veces me olvido que sos masoquista.
—Casi lo olvido, tenemos un amigo escondido en el armario.Empieza a temblar pensando en lo que podrían hacerle, mientras que los hombres de afuera se acercan lentamente. "Puedo defenderme con el cuchillo" piensa, pero en ese instante uno de los hombres abre la puerta del armario. Clay, rapidamente le clava el cuchillo pensando que puede escapar. Los otros hombres se encargan de atrapar a clay mientras que Sofía intenta parar el sangrado del hombre apuñalado. Con lágrimas en los ojos clay les pide que no le hagan nada, que lo dejen salir pero ya era tarde, había asesinado a uno de sus amigos y ellos no lo perdonarían. Siente algo punzante a su costado y empieza a gritar y llorar para que lo salven, que no quiere morir. Va perdiendo el conocimiento hasta que se desmaya.
Despierta gritando en su habitación, con toda la cama mojada debido al sudor. Todo había sido una pesadilla y le tranquilizaba saber que no fue real, hasta que recordó a Natalia.
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No hay psicosis sin delírio
Short StoryLucas Rojas es un hombre de 22 años que después de la perdida de su novia se le comenzará a dificultar aún más su contacto con la sociedad. Se recluira a tal punto de perder su trabajo y dañar a su familia.