Natalia es tan hermosa, tuve mucha suerte para encontrarla. Hoy es uno de los días más especiales que tuvimos en toda nuestra relación. ya que hoy después de tanto tiempo y esfuerzo, ella, pudo rehabilitarse de su adicción al alcohol. Esa maldita adicción fue algo que nos trajo muchos problemas a nosotros pero, aún así, siempre la ame y no importa que pase, siempre lo voy a hacer.
Se encontraban tomando un café en un lugar llamado "tienda de café" mientras hablaban felizmente.
—Gracias por siempre apoyarme en esto clay, sabes cuanto lo aprecio— Dirigiéndose a clay con una mirada calida que demostraba toda su gratitud y amor.
—No es nada, mi deseo siempre fue que seamos felices juntos sin problemas y por eso quiero ayudarte con todo lo que pueda.
—Esta bien, pero no te olvides que hoy vamos a festejar todo esto— dice Natalia a modo de reproche.
—Claro, en la Italia a las 5 no?— dice con un tono de broma.
—Jajaja nop, en lo de mi mamá a las 8. No lo olvides—Repuso Natalia.
—Ay ¿No lo podemos festejar nosotros solitos?
—Sé que no te gusta mucho ir para allá pero me lo debes por lo de la otra vez que me tiraste al gato en la cara mientras dormía.—Es verdad pero había una muy buena razón par…
—Antes de que termines me tengo que ir a trabajar—Lo despide muy afectuosamente.
—Nos vemos en la noche—Me despedí de ella.
Después de que Natalia se fuera, me quedé pensando mientras terminaba mi café. Lo bueno de hoy es que tengo el día libre así que lo voy a aprovechar para hacer cosas productivas.
Mejor me voy a casa a ver unas series en Netflix hasta que llegue la hora de prepararme para la noche.
Mi vida antes de conocerla siempre había sido aburrida y monótona, bueno no tanto porque tenía a mis gatos y mis amigos que me acompañaban siempre que los necesitaba, pero fue un día caluroso en el que la conocí. Fue un encuentro curioso ya que iba caminando, mientras pensaba en que iba a comer esa noche que no había visto con lo que mis pies acababan de chocar. Mire hacia abajo y me encontré con una chica sentada en el piso, al parecer estaba durmiendo pero no me había dado cuenta en el momento porque, en el momento en que intente seguir caminando, sus manos agarraron mi pie mientras decía algo que no pude entender. Pensé que había tomado mucho la noche anterior así que le pregunté si estaba bien a lo que ella me respondió que si, que sólo se había quedado esperando afuera y se desmayó por el calor, después me pregunto si la podía ayudar a entrar a su casa ya que no sentía muy bien. Después de todo eso nos volvimos amigos y la relación fue evolucionando hasta donde estamos ahora. Me siento muy afortunado por esa casualidad que me llevo a donde estoy ahora y creo que ya debería ir preparándome porque se me va a hacer tarde.
Ya estoy en la casa de su madre intentando ser divertido para todos los presentes aunque se me dificulta si no se ríen de mis grandiosos chistes pero creo que su hermano me odia, porque no deja de verme de una manera no muy agradable.
Hace rato que llevo esperando a Natalia, también la llame pero nada. Capaz se quedó sin batería y se retrasó por algún inconveniente en su trabajo o algo, pero si fuera así podría usar el teléfono de su trabajo para avisar que llegaba tarde.
Mientras más pasaba el tiempo, más aumentaba mi angustia. Estaba tan sumergido en mis pensamientos y preocupación por ella que no me di cuenta de que su familia ya había llamado a la policía, después de que llamaramos a su trabajo y que nos dijeran que había salido temprano, y estaban hablando con ellos, algo que yo no quise hacer simplemente porque me sentía agobiado con ellos. Después de que ellos se fueran, salí un rato a tomar aire porque ya me estaba sofocando estar ahí dentro, entonces veo que Mariana, su mamá, viene hacia mi. Estúpidamente esperanzado de escuchar que ya la hubieran encontrado, le pregunté si ya había llegado.—Todavía no se sabe nada de Nati— su voz expresaba una gran preocupación que intentaba ocultar con una expresión sería en su tranquila.
—Esta bien, espero saber pronto de ella.
—si, yo también, pero no vine a hablar de eso. Quería preguntarte ¿Por qué, cuando te llamábamos para que hables con los oficiales, nos ignorabas? ¿Acaso no te importa tanto mi hija como para no hablarle de ella a los policías?
—No es eso, es que no habría podido aportar nada más a lo que ustedes le decía y no quise malgastar tiempo en el que podría ir a buscarla.
—Ah entonces ¿vas a ir a buscarla? ¿Pensas que si vos la vas a buscar va a aparecer? No puedo creer que mi hija quiera estar con un chico tan ingenuo.
—Al menos es mejor que quedarme en mi casa mientras Natalia no aparece.
—Entonces andate pero no vuelvas a menos que la encuentres.
—Eso voy a hacer, por lo tanto me despido Mariana.
Estuve buscando por todos los lugares por los que podría haber pasado al salir de su trabajo, preguntandole a todos si la vieron, pero no encontré nada. Creo que sería mejor volver a mi casa y descansar, ya es media noche, no podría hacer nada si me la pasará buscando y después estuviera cansado.
A la mañana siguiente, me levanté temprano para reanudar mi busque hasta hallarla pero recibo una llamada de la Policía que quería verme, le dije que ya iba para allá. Estaba emocionado pensando en que ya la habían encontrado y que yo estuve procupado por nada.
Al llegar a la comisaría me comentaron que la habían encontrado, hubiera saltado de alegría si no fuera porque después dijeron algo que me destruyó. Me quedé inmóvil, pensando en que era una broma, no puede ser posible que ya no la podría ver sonreír nunca. No puede ser. Me dijeron que la encontraron con unas 5 puñaladas y sin nada, en un estado indeseable para nadie. No quise saber nada más, era demasiado, no aguante y salí de ahí a tomar aire y esperar a despertar de esta pesadilla pero nada sucedía. Lo único que sentía eran las lágrimas correr por mi cara y mis deseos de que nada de esto fuera real.
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No hay psicosis sin delírio
Historia CortaLucas Rojas es un hombre de 22 años que después de la perdida de su novia se le comenzará a dificultar aún más su contacto con la sociedad. Se recluira a tal punto de perder su trabajo y dañar a su familia.