Eran las 1am. Mis padres aún no habían llegado. Fui de nuevo a la cocina a por algo de comida. Sí, eran las 1am y tenía hambre, a estas horas ceno yo. Cogí un bol, le eché mis cereales favoritos de avena y un chorreón de leche, la verdad es que la leche me recordó un poco a la que sale del hombre por el pito.
Al día siguiente me desperté bastante pronto, era sábado, pero quería aprobechar el día de hoy. Lo primero que decidí hacer fue ir a algún parque cerca, me encanta estar en la hierba sola con mis materiales de dibujo. Me vestí rapidamente, cogí una gorra por si hacía mucha calor y cogí mis llaves. Estaba a punto de salir, pero, de repente empecé a escuchar balbuceos de fondo. Me acerqué para poder escuchar mejor que decían. Eran los gemidos de mi madre.
No quería intimidarla mucho, y tenía miedo de que se diera cuenta de que estaba ahí, escuchandola. Decidí mirar de reojo. Era mi madre follando con papá. Decidí salir corriendo silenciosamente de allí, e irme al parque ya, fue algo asqueroso ver esa escena.
Llegué al parque. Era la persona más feliz de mi vida. Se respiraba limpio, había pájaros cantando y perros correteando. Estas son las cosas que más me gustan de la naturaleza. Me senté en una parte donde un árbol me tapaba el sol, como bien dije, hacía calor. Primero hice un dibujo así rápido de unos pájaros de color verde que vi a lo lejos.
Después, a una familia de ancianos dandole comida a los pájaros. Y finalmente... No, no podía. Joder, no podía parar de recordar esa escena. Al ver a mis padres en esa escena, mi parte privada volvió a "encenderse". Tenía unas ganas de masturbarme... Cerca del parque había unos baños, y yo traia conmigo unos pinceles y bolígrafos especiales de dibujo. Decidí ir al baño.
No había nadie, y sorprendentemente, el baño estaba limpio. Me senté encima del váter, y me bajé los pantalones y las bragas. Empecé a masajear arriba. No podía más, necesitaba meterme algo. Asi que, decidí probar algo nuevo. Un bolígrafo. Bueno, luego lo limpio, ¿no? Cogí un boli, y me lo metí hasta el fondo. Era fino, pero era los suficientemente grueso para darme placer, ya que yo nunca me atreví a meterme algo más que mis dedos, y mi vagina estaba bastante pequeña para meter algo más grande.
Me estaba gustando tanto, que me atreví a coger otro. Cogí esta vez un pincel, el mango era de plastico y no de madera, asi que no me haría daño. Me lo intenté meter de alguna forma, y, entró.
Estuve ahí dentro bastante rato. Se sentía bien incluso en un baño que no era el mío. Limpié el pincel y el bolígrafo, y decidí volver a casa.
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Esto, si es un cuento de rosas.
RandomUna chica llamada Jessica, empieza a descubir su vida sexual pasandole varios acontecimientos en su vida.