Kris amaba caminar a través de los recuerdos de las personas. Tal vez era el voyerista en él, o tal vez era una especie de viaje de poder, pero lo que sea que fuera, no lograba hacerlo con suficiente frecuencia.
El cuerpo estaba en la casa de Baekhyun, pero la conciencia estaba en el pequeño restaurante llamado Velvel's Diner. Kris tomó los recuerdos de ambos, Chanyeol y Baekhyun y los superpuso unos sobre otros hasta que el tiempo estuvo sincronizado.
Cuando aprendió por primera vez a caminar en los recuerdos, había sido duro ajustarse a la sensación de ingravidez y a la realidad distorsionada que diferentes personas percibían. Aunque mucha gente veía las cosas de la misma manera, otras no. Los colores eran lo peor. Mientras algunos veían el cielo azul, otras lo veían púrpura o verde, sólo que ellos habían aprendido a llamarlo azul porque así era como les habían enseñado a llamarlo. Cada vez que él caminaba en los recuerdos de alguien así, siempre le hacían sentir nauseas.
Tal vez era su percepción la que estaba equivocada, pero él nunca había dejado que nadie caminara por sus recuerdos, así que no había forma de saberlo. Preferiría morirse que arriesgarse a dejar a alguien escarbar en su mente como lo estaba haciendo con Chanyeol y Baekhyun. Tenía demasiados secretos que ocultar.
Si cualquiera de los Theronai aprendía lo que su gente estaba haciendo a los humanos de sangre pura, sería el fin de su raza.
Kris alejó el desagradable pensamiento y se enfocó en el trabajo. Adelantó los recuerdos de la pareja hasta que vio a Chanyeol levantarse de su asiento en el restaurante casi vacío. Baekhyun estaba tratando de ocultarse tras un menú. Tenía miedo de Chanyeol, aunque Kris sabía, por haber estado en su mente, que nunca lo había visto antes.
Kris congeló el avance de Chanyeol a través del suelo de baldosas y se concentró en Baekhyun. Se sumergió más profundo dentro de su mente, buscando la fuente de ese miedo, en busca de algún delgado hilo que él pudiera seguir atrás en el tiempo hasta alcanzar el origen de ello.
La mente de Baekhyun estaba llena de preocupación, miedo. Estaba aterrorizado por el fuego. Había pasado por los incendios de dos casas y había perdido a su madre en el primero de ellos. Vio los rostros de muchas personas ancianas, algunos que estaban muriendo, algunos ya muertos. Aquellos que quedaban eran el centro de muchas de sus preocupaciones, pero había una que no encajaba. Una que iba más profundo, que se apartaba de aquellas caras.
Kris la siguió, dejando que su mente serpenteara por el sendero, observando la película de su vida repitiéndola hacia atrás a la velocidad de la luz. Lo vio hacerse más joven, sintió el conocimiento escapar de Baekhyun. Perdió la capacidad de hacer cálculos simples, la habilidad de leer, de hablar y aún así el hilo continuaba.
Era diminuto ahora, incapaz incluso de darse la vuelta en su cuna. El mundo parecía enorme a través de sus ojos, y el centro de este era el rostro de una mujer. Su madre.
Kris se detuvo, incapaz de retroceder más. Él no tenía idea de dónde lo llevaría este hilo, pero nada de lo que había visto a través de sus recuerdos parecía significar algo ahora. No había marco de referencia para que el chico entendiera lo que estaba pasando, lo que significaba que Kris tampoco. Baekhyun no tenía experiencia del mundo y no sería capaz de interpretar nada como información que Kris pudiera usar.
Con un pensamiento, Kris estaba de regreso en Velvet's Diner. Dejó que el tiempo rodara hacia delante, viendo la atracción aparentemente inevitable de Chanyeol hacia Baekhyun. Sintió el deseo de Chanyeol por el chico, algo más allá que mero sexo. Chanyeol quería algo de él que ni siquiera entendía.
Kris aún sentía el miedo de Baekhyun, pero ligado a ello había algo nuevo. Algo placentero. Chanyeol estaba enviando corrientes de poder hacia Baekhyun sin siquiera darse cuenta de que lo estaba haciendo. Por lo general, liberar poder era imposible para los Theronai una vez era almacenado dentro de ellos. Esta era la razón por la que todos ellos sufrían al envejecer. Eran como baterías caminantes, almacenando más y más energía hasta que esta los mataba, consumiéndolos de adentro hacia fuera. La única salida era a través de su luceria, la combinación de cadena y anillo que ellos usaban. Antes de que la mayoría de los Destined Theronai fueran asesinados, cada uno escogía un hombre como su compañero en la batalla. Tomaría la luceria del elegido y la usaría, enlazándolos. El collar servía como un conducto, canalizando el poder del Theronai hacia el Destined, que entonces podía usar para destruir a los Synestryn. Un par de Theronai vinculados era un espectáculo humillante de observar.
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ARDIENDO VIVO (CHANBAEK)
RandomEllos son los Centinelas... Tres razas descendientes de antiguos Guardianes de la Humanidad, cada una posee habilidades únicas en su batalla por proteger la humanidad contra sus eternos enemigos-- Los Synestryn. Ahora, un guerrero debe luchar contr...