Mi extraño "amigo" ※Lee Minho※

🍑Capítulo 2🍑Parte 1•°•°•

※※※※※※※※※※※※※※※※※※
《I don't wanna be just friends.
No quiero dejarte, can I be your pet?
Las 24 horas sin interrupción a tu lado.
Hay un espacio libre para mi,
Si, a tu lado.
Hay un espacio libre para mi》
※※※※※※※※※※※※※※※※※※

Viernes 28 de octubre
6:30 am

Suena mi alarma y me levanto con mucho cuidado para no despertar a Minho. Le doy una mirada rápida y recuerdo lo qué pasó anoche antes de dormir y me pongo roja otra vez "¿En qué rayos estas pensando, T/N? Vamos, reacciona!!" Agito la cabeza y me levanto de la cama. De pura suerte Minho no se levantó, parece un tronco cortado y tirado en el piso. Voy al baño, hago mis necesidades y me visto para ir al colegio. Termino y bajo a hacer el desayuno, pero para mi sorpresa Minho ya estaba despierto y cocinando con un delantal rosa con dos cupcakes grandes a los costados que ni siquiera yo sabía que tenía...

-Jajaja de dónde sacaste eso si se puede saber?-
-Ah nooo ni un "buenos días minho, qué tal tu noche aquí?" O un "hola como dormiste?" Todavía que te hago el desayuno y solo me reprochas-dice mientras se limpia una lágrima invisible con una cara de indignation demasiado falsa
-Buenos días Minho *me acerco más a la cocina* huele muy bien... no sabía que cocinabas-
-Buenos días T/N y gracias! Aunque debes de saber que hay muchas cosas que aún no conoces de mi *sonrisa victoriosa*-
-Bueno, y que estás cocinando?-
-Unos ricos y deliciosos waffles, pero esta es receta familiar-
-Oh! Bueno espero que estén buenos- digo tomando asiento en un banco de la barra en la cocina.
-Bueno, servidos!- minho llega con un plato lleno de waffles con miel, chocolate, lechera, fresas y plátano en cima mientras lo deja en la barra y saca unos vasos del refrigerador con malteada.
-Wow! Como cocinaste esto tan rápido?-
-No lo se... solo te diré que te tardas mucho bañándote- dice con una sonrisa pequeña tomando asiento a mi lado.

Ambos desayunamos juntos y no paraba de agradecer y elogiar a minho por lo rico que estaba el desayuno. Terminamos de desayunar y subo a lavarme los dientes y me arreglo el cabello en una coleta alta, ya lista para irme al instituto. Al bajar las escaleras, me encuentro a minho acostado en el sofá boca bajo jugando con su celular.

-Hey, ya me voy al colegio- digo acomodando mi mochila y poniéndome en cuclillas al lado de el en el sillón
-Tan pronto ya? No quiero que te vayas- dice dejando su celular de lado en el sofá y sentándose en frente de mi
-Si y además si llego después de las ocho, ya no me dejaran entrar- digo parandome y caminando a la puerta agarrando mi paraguas para no mojarme otra vez -Nos vemos, Minho! Y recuerda, cualquier cosa que necesites, solo mándame mensaje ok?-
-Okay- dice haciendo puchero.
-Bueno ya me voy. Bueno Minho!-
-Bye bye :(- Salgo de la casa dejando atrás a Minho y dirigiéndome al instituto.

*En el instituto*

Entro por los pasillos del gran establecimiento, captando las miradas de todos y escucho cuchicheos, veo señalamientos y sobre todo, risas sin si quiera apartar la vista de mi. Al llegar a mi casillero, puedo entender el porqué de tanto alboroto.
"Mejor ya vete de aquí niña rara! Tu sabes que no encajas aquí y menos siendo tan gruñona, anti-social, rara e invisible. Osea, siendo tu JAJAJA"

-Ay Kim, cuando madurarás?- digo con peso arrancando el gran papel de mi casillero.
Kim: Qué pasa, cariño? Te gustó tu regalito de cumpleaños? Ovejita negra jajaja- Dice alejándose con su novio y su grupito de "amigas", para quienes yo no era más que un "bicho raro" o la "oveja negra del lugar". Ya me había acostumbrado a que me hicieran este tipo de cosas, así que no le tomaba tanta importancia; entre más caso omiso hiciese a lo que hacían, más se alejaban. Pero a todo esto, ¿Quién era esa tal "Kim"? Pues nada más y nada menos que mi ex-mejor amiga, Kim Jaejin. A ella siempre la buscaban por su cuerpo y por que era "cantante" aunque todos sabían que suena como una cabra dando a luz, pero a quien le importaba? Con buen cuerpo, cara bonita y familia adinerada, cualquier simple caía a sus pies. Antes ambas éramos inseparables, pero todo cambio por un estúpido juego en nuestro campamento de graduación de la secundaria.