Esto de levantarse temprano todas las mañanas solo para asistir a clases no era de mi total agrado, quisiera escaparme un día más de la universidad pero si lo hago el jodido director podría tener los suficientes cojones para volver a llamar a mi padre junto a mi madre y preguntarle sobre mis ausencias, cosa que no quiero para no ganarme un reto mas y quizás hasta un castigo de por vida que me impida salir en la semana. Detesto cuando mis padres se dan de zuma autoridad cuando para mis son personas normales que tuvieron un hijo a temprana edad y ahora cargan con una gran responsabilidad.
No soy hijo único, tengo una hermana de cinco años podríamos decir que es la única persona que me importa de verdad en mi condenada vida, ella es mi princesa y es con la única que puedo ser amable sin ser un completo idiota o un gilipollas de mierda, como si eso fuera la gran cosa. No suelo ser muy amable con las personas tengo un pasado el cual no me gusta recordar, evito ser sociable no quiero confiar en las personas y después ser traicionado de la peor forma, es por eso que en la universidad hablo solamente con Daniel, el es un gran chico, mujeriego tal vez pero que les puedo decir cuando yo soy mucho peor que el.
Decido tomar las llaves de mi moto que están cerca de la puerta de salida, tomo mi abrigo color negro y me dirijo a la puta universidad o como yo le digo “el reformatorio” es donde paso la mayor parte de mi tiempo hay veces que pienso que es solo para jodernos la vida, pero lamentablemente no puedo decir nada ya que mis padres tienen grandes expectativas en mi y en mi futuro, al ser hijo de un hombre que es dueño de las empresas más importantes de todo el país te traen ciertos beneficios o como que mi madre es reconocida constantemente por sus grandes logros en una campaña por los derechos de la mujer, quizás sea una de las tantas razones que tienen para pasar mas tiempo en sus trabajos y no llegar a casa y hacerse cargo de los problemas que yo les puedo ocasionar, no los culpo suelo ser un chico problemático pero esa es mi naturaleza desde aquel incidente que paso hace mucho tiempo atrás después de eso nunca mas volví a ser el Santiago que era en años atrás ni tampoco deseo volver a hacerlo.
dejo escoltada mi moto, veo como las personas de la universidad dirigen mi mirada hacia mi pero rapidamente la corren para otro lugar, saben perfectamente que no me agrada el hecho de llamar la atencion ni mucho menos ser el centro de miradas, tan solo de acordarme lo que le paso a la ultima persona que me miro por mas de cinco segundos me hace sonreir por la paliza que le di.
-hey, hermano ya te echaba de menos- dirijo mi mirada hacia la unica persona que puede llamarme asi sin terminar de camino al hospital con todos sus huesos rotos
-que pasa daniel?, ya quieres que te ayude a ligarte a chicas para que despues las folles y las uses por una noche-
-no o quizas si- dice con cierto desconcierto y levantando su mochila caida en su hombro derecho
-quien es la chica?- pregunto con cierto interes, por primera vez
-es una chica nueva que llego la semana pasada e escuchado que es un poco dificil y no deja que nadie se le aviente pero con tan solo mirarla me pone de tal manera que llego a tocar el cielo-
-no exageres no es para tanto no creo que una chica ocacione tal efecto con tan solo con que la mires, o tal vez si como hombres necesitados como tu quien sabe podria ser- digo para despues reventar en una carcajada. veo a daniel haciendo un gesto de desagrado y decido calmarme
-me estas diciendo que soy un hombre necesitado? que te pasa pedazo de mierda no soy un hombre esteril como para andar en esas fachadas-
al escuchar esas palabras empuño mis manos en mis costados a nadie permito que me trate de esa manera ni mucho menos perdonaria el hecho de sacarme la mierda a daniel por ser el unico amigo que tengo, no dudaria en ningun instante en dejalo recostado en el suelo con los ojos morados y un par de costillas rotas
