Los opuestos se atraen (fiolee)

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  • Dedicado a Claudia Anahi Tovar
                                    

Era una noche oscura y silenciosa, la luna brillaba como cual diamante junto a las estrellas, allí se encontraba una muchacha de 15 años de edad, su nombre era Fionna, sentada en el tejado fijando su mirada triste en la luna mientras recordaba su pasado:

“A ver, desde los 5 años vivo con mi abuelo, que podría decir que me odiaba, ya que mi papa había engañado a su esposa Estela, que era la hija d

e mi abuelo con el que vivo ahora, con una mujer llamada Margaret, mi madre, pero lamentablemente ella había fallecido en el parto dándome a luz, Estela se había enterado de lo que había hecho mi padre, Esteban, y como mi verdadera madre había fallecido no tuvieron más opción que cuidarme ellos, ya que mi papa no me quería dar en adopción, aunque Estela me cuidaba de mala gana, supongo que me trataba como su hija pero seguía enfadada con mi padre, pero aparentemente ella era de buen corazón cuando se lo proponía. Al poco tiempo había fallecido mi padre por una enfermedad mortal, y Estela tuvo que quedarse a cargo de mi durante 5 años, hasta que ella también falleció debido a que estaba muy enferma por todo el estrés que tenía que soportar, porque ella tenía una asociación cazadora de vampiros, si, existen los vampiros y los humanos, y yo soy parte de los cazadores, en fin, tenía que liderar esa asociación y hacerse cargo de todos si ocurría algún desastre o lo que fuere, hasta que ya no pudo aguantar más. Ahora el único que se encarga de mi es mi abuelo, pero no le agrado mucho, ya que le recuerdo a mi padre y lo que le “hizo” a su hija. Como yo aún no tengo la edad suficiente, el que está a cargo de la asociación de ahora en adelante es mi abuelo, por lo tanto yo soy la segunda al mandato. Todos los cazadores poseemos un arma anti-vampiros que cada vez que hace contacto con algún vampiro le da una descarga eléctrica, pero para mí no están simple eso, por así decirlo, ya que soy mitad vampiro-humano, sí, mi padre era un vampiro y mi verdadera madre, Margaret, era humana, y como soy mitad vampiro me es difícil poder sostener mi arma, que es una guadaña que puede plegarse para que sea más cómodo llevarla, ya que me queman las manos, tengo guantes, pero no hacen mucho que digamos.

Desde los 6 años mi abuelo me estuvo entrenando con distintos tipos de armas anti-vampíricas para poder soportar todo eso, me enseño a luchar y a soportar el dolor, porque si algún día llego a ser líder de la asociación, debo ser más fuerte que todos, ¿no? Pero para poder lograr eso NADIE debe enterarse que soy una hija ilegítima y mitad vampiro, porque causarían MUCHOS, MUCHOS problemas para mí, para mi abuelo y en especial para la asociación. Aunque el único que sabe eso de mi es mi mejor amigo Aaron, que prometió guardar ese secreto luego de haber escuchado cuando mi abuelo y yo hablábamos sobre eso, desde entonces comenzamos a pasar más tiempo juntos y nos volvimos mejores amigos”.

-Fi, al fin te encuentro- pronuncio una voz que me resultaba familiar

-¿Aaron? ¿Qué haces aquí?- dije luego de voltearme para poder verlo. Llevaba puesto el uniforme de los cazadores, que consiste en unas zapatillas negras, un pantalón blanco con unas líneas negras en la parte de arriba, una camisa negra desabotonada toda la parte del cuello, y, arriba de esta, la capa blanca con la insignia de color negro de la asociación en una de las mangas de la capa que llegaba hasta las rodillas, tiene 18 años, su cabello es de color castaño y estaba desalineado como siempre, sus ojos son verdes esmeralda y su piel es blanca. A diferencia de él, mi cabello es rubio y me llega hasta la cintura, mis ojos son azul zafiro y mi piel es de color blanca, mi uniforme de la asociación consiste en unas botas negras que me llegan por debajo de la rodillas, unas medias blancas que llegan hasta mis muslos, un short negro, una blusa blanca con el dibujo de la cara de un conejito elegido por mí porque desde pequeña siempre me gustaron los conejos, y, arriba de esta, la misma capa que la de Aaron pero en color negro.

-¿Cómo que hago aquí? ¿Tú qué haces aquí? Te estuve buscando por todos lados- dijo Aaron con un tono de enojo

-Jeje, perdón, no sabía que me estabas buscando, sabes que me gusta sentarme en el tejado y mirar la luna en la noche- dije con una sonrisa

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⏰ Última actualización: Sep 18, 2014 ⏰

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