➳ no exclusivas; camren

|nueve|

Camila se columpiaba lentamente, el aire fresco golpeaba su cara relajandola por completo.

Varios días habían pasado, casi meses y ella no sabía nada de Lauren. Ni tampoco tenía intenciones de buscarla.

Su estado iba mejorando, la compañía de Ariana era muy favorable, y estaba completamente agradecida con ella.

Camila a pesar de tener dificultades por su discapacidad, era una chica bastante inteligente y los golpes de su vida le habían enseñado que nada era fácil, y que por más caídas que tengamos nunca dudemos en volver a levantarnos con la frente en alto y listos para volver a luchar, con nuevas armas.

Por eso mismo se había prometido, a ella misma y a Dinah, poner sus sentimientos ante todo.

Camila amaba a Lauren, pero sabía que Lauren no la amaba de la misma forma, ¿y de que servía retenerla? Si a pesar de todo Lauren fue quien le había propuesto una relación no exclusiva, ¿tan poco era Camila para ella? Parecía que no era suficiente, porque por más de que la morena le demostara cuanto la amaba, Lauren también prefería besar a otras chicas.

Los recuerdos inundaron su memoria, todas esas noches en las que Lauren no dormía con ella y no la protegia, era porque se encontraba en otra cama, con otra persona, y eso rompía lentamente el corazón de Camila.

Tardo en comprenderlo, porque su discapacidad lo impedía, pero ahora pudo entenderlo y estaba dispuesta a dejar al amor de su vida para poder seguir adelante.

—¿Camz?—Su voz sonaba tan especial para Camila, fue lo último que faltaba para que la morena liberara sus lágrimas contenidas.

—Lauren.—Su voz ya no se cortaba, salía firme. La ojiverde sonrió escuchando tan dulce melodía, la había extrañado.

—Necesitamos hablar.—Habían intercambiado roles, ahora era Lauren la insegura, la débil, la que amaba.—Por favor mi amor, quiero explicarte todo y poder arreglar esto.

—¿Arreglar qué Lauren?—Era extraño para Lauren escuchar a Camila tan madura y plantada.— ¿Quieres explicarme que no he podido ser lo suficiente para ti?

Lauren caminó unos pasos hasta quedar frente al columpio en donde Camila estaba sentada. Se arrodillo mirando fijamente sus orbes marrones.

—Eres más que suficiente para mi, Camz.—Tomó delicadamente una de las manos de la morena, las cuales estaban posadas en sus propios muslos.—Eres el amor de mi vida, y te prometo bebé, que voy hacer las cosas bien y darte todo lo que mereces. Te amo Camila.

—Yo también te amo.—El rostro de Lauren se iluminó, estaba a punto de lanzarse a los brazos de Camila, pero está la interrumpió.—Sin embargo, lo nuestro no puede repetirse.

El mundo de Lauren se derrumbó, adiós a la sonrisa de hace segundos, solo quedaban lágrimas de arrepentimiento.

—¿Por qué mi amor? Yo te amo, y estoy dispuesta a darte todo...

—¿Por qué no lo hiciste antes? ¿Era necesario esperar a que todo acabara?

Era cierto, Lauren lloró más fuerte, sabiendo que todo esto pudo haberse evitado. Si tan solo ella pudiera dejar de sentir la necesidad de consumir.

Aunque también sabía que lo de las drogas era un caso aparte. Las chicas que besaba en cada fiesta no le ofrecían nada a cambio, solo su placer, que nisiquiera era suficiente.

Y entonces, ¿por qué lo hacía?

—No lo sé, y-yo. Mi amor yo te prometo cambiar...

—No, Lauren.—Apartó a la ojiverde para poder levantarse.—Ya no te necesito. Hay alguien que si cumplió sus promesas, y me acompaña en cada momento, cuidandome.— Estaba alejandose con cada paso que acompañaban sus palabras, pero se detuvo y observó como las lágrimas en esos ojos esmeraldas no se detenían. Lauren seguía arrodillada en el suelo.—Ella si estuvo en los momentos en los que solo necesitaba un abrazo, o mejor dicho, tus abrazos.

Y se fue, dejando a Lauren con el corazón igual que ella había dejado el suyo. Roto.