Un regalo para ti, Ichimacchan.

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< Antes que nada me gustaría dejar en claro que en esta historia no se toman mal las relaciones entre con sanguíneos cuando de alfas u omegas se trata. Choromatsu en algún punto de la historia lo explica. 
< Hasta el momento no planeo seguirla. 
< Ichimatsu de omega me derrite el corazón. 
< La idea salió sola luego que leí algo referente al nido en una página omegaverse. 

¡Disfruten la historia!
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La noticia del embarazo de Ichimatsu fue algo que sorprendió a la mayoría de la familia Matsuno. Si bien todos ya estaban al tanto de la relación que tenían el cuarto con el primer hermano, jamás pensaron que el más oscuro de los seis podría si quiera tener algo que ver con la maternidad. Aunque ¿cómo no creerlo? Si era un omega después de todo, y el único de la familia. El único omega en una familia con dos alfas. 

Era algo, realmente predecible, si lo pensaban bien. 

Sus padres ya tuvieron que soportar la escabrosa idea del tipo de relación que tenían. Ya se había hablado y hasta habían comenzado a tolerarlo. Sin embargo, un bebé en camino era algo que estaba muy lejos de su línea de tolerancia, aunque cuando ya lo pensaron bien, después de algunos regaños, un nieto era un nieto, el primero de la familia para ser exactos. Ichimatsu sólo podía quedarse ahí en silencio mientras sentía como las palabras de sus padres le afectaban mucho más en ese estado, por otro lado, Osomatsu no se inmutaba y hacía lo posible por defender a su pareja, claro, sin faltarle el respeto a sus progenitores. 

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Luego de la visita en el doctor, llegar a casa, contarles a todos y soportar los regaños de sus padres por horas, el cuarto de los sextillizos estaba casi que moría de cansancio. Se acomodó en el kotatsu, y apoyó la cabeza en la mesa soltando un largo y pesado suspiro.

— ¡Niisan! ¿Te sientes bien?? — El quinto de los sextillizos se acomodó rápidamente a su lado, mirándolo preocupado. Jyushimatsu, al presentarse como un beta, realmente no entendía mucho como funcionaba el mundo de estas especies. Los cambios de humor, los celos, incluso las leves peleas entre los dos únicos alfas de la familia, sus hermanos mayores; Osomatsu y Karamatsu, todo era bastante confuso para él. Sin embargo, no podía evitar sentir ese deseo de proteger a Ichimatsu, ahora que sabía que una pequeña criatura estaba creciendo en su vientre. — ¿Te... te traigo un poco de agua? —

Ichimatsu se dio la vuelta para contestarle, ligeramente enternecido por la preocupación de su hermano menor, sin embargo, el más recto y aguafiestas de ellos lo interrumpió.

— No te acerques demasiado a él, Osomatsu-niisan se pondrá como loco. — Advirtió Choromatsu, quién también estaba con las piernas bajo el kotatsu, pero más interesado en el manga que sostenía entre sus manos. Él también era un beta, pero a diferencia de Jyushimatsu estaba al tanto y sabía perfectamente todo referente al tema. A decir verdad, fue el que más se indignó al recibir la noticia. Osomatsu-niisan e Ichimatsu eran hermanos, de sangre. No era algo tan loco pues en algunas familias el relacionarse entre con sanguíneos era normal, sobre todo para preservar la sangre, la raza. Sin embargo, eso era en tiempos antiguos, cuando se trataba de alfas puros... ¡Y esta famila no tenía ningún alfa puro! ¡tampoco era de la realeza como para seguir con esas "tradiciones"! ¡Ni siquiera una familia importante de Japón! Estaba seguro de que sus padres imaginaron algo totalmente distinto a esto, cuando pensaron en la llegada del primer nieto a la familia.

— ¡AH--¡— Ante la advertencia, Jyushimatsu dio un respingo y rápidamente se arrastró a una esquina de la habitación. Su hermano mayor era un peligro cuando se enojaba, y en verdad no quería volver a sentir ese puñetazo en su cara.

Ichimatsu por otro lado no hizo mayor reclamo, sabía desde primera mano que se venían algunos cambios hormonales y no sólo en él, sino que también afectarían a su pareja. Probablemente comenzaría a sentirse más sensible en muchos ámbitos, y las emociones serían incluso más difíciles de sobrellevar. Mientras tanto, Osomatsu seguramente  se volverá aún más sobreprotector y posesivo.