•Prólogo•

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Pocos saben las consecuencias de sus actos, en una animada tarde, una niña escuchó un disparo proveniente de la planta baja, ella se tapó los oídos para no escuchar las innumerables súplicas femeninas las cuales eran desgarradoras.
Una parte de su corazón exigía que se detuviera todo, si tan solo no hubiera dejado que su famila le acompañe a la junta de profesores y padres en la escuela.
-¡Prometo alejarme!¡Prometo alejarme!-gritaba una mujer desesperada-Tengo una familia!

-Eso hubieras pensado antes de intentar coquetear con nuestro padre...-sonrió un muchacho malicioso antes de pasarle un arma a su hermano.-Toda tuya~-

-Tranquila, solo será un momento-los ojos color carmesí tenían un brillo especial el cual solo aparecía en esas situaciones.

-¡Son unos monstruos sin corazón, no saben el daño que le hacen a esa niña!-gritó la mujer.

-No hables de nuestra (t/n) con esa boca sucia- el último disparo de la noche, sentenció el final de esa mujer a quien la niña llamaba maestra.

En la dichosa reunión, las acciones de una maestra dijeron más que mil palabras, ambos hermanos estuvieron atentos por cualquier cosa y como sospecharon, esa maestra era un peligro para la familia Vargas.

Luego de unas horas, la nana tocó la puerta de la niña que seguía asustada por semejante escándalo, la muchacha de cabellos castaños se acercó a (t/n) para darle un abrazo, pero la niña no pudo evitar romper en llanto. Elizabeta Héderáry ya había visto a (t/n) en esa situación varias veces, la conocía desde que llegó por primera vez a la casa y cuidó de ella como si de una madre se tratase.

-Eli dime... Mi maestra...-

-Ella está bien, al final tus hermanos la dejaron ir, pero deberá tomar un descanso para recuperar sus fuerzas, no te preocupes mi pequeña...-le dijo la húngara mientras acariciaba los cabellos de la niña. Esa mentira fue suficiente para calmar el corazón de (t/n), pero la pelicastaña sabía la verdad, la sala debía estar completamente limpia antes de que lleguen los dueños de la casa, así que hicieron lo posible para que las manchas de sangre salieran de la alfombra.
-¿Ahora dónde estan mis hermanos?-preguntó (t/n) al ver a su nana.

-Luciano está en su habitación y Flavio se fue al centro comercial con unos amigos...-le respondió la húngara,la mayor tomó la mano de la pequeña para llevarla al salón comedor, era hora de la merienda de la tarde y Elizabeta debía cumplir con sus labores en la casa, todo hasta que la pareja principal pase por la puerta.
Por otro lado, (t/n) observó los pasillos por si había algo fuera de lo normal, si había algún objeto de su maestra o tal vez una nota para la escuela sobre sus repentinas vacaciones. No era algo nuevo que sus hermanos reaccionen de esa forma con algunas mujeres u hombres agenos a la familia. Ellos lo llamaban:

"Mantener el matrimonio de sus padres a salvo".

Tanto Luciano como Flavio ocultaban tales acciones a sus padres ya que ellos tenían otras cosas más importantes que hacer.
Luciano habló con Elizabeta en varias ocasiones sobre prepararla para entrar en el trabajo familiar, pero la húngara evitaba tocar esos temas con (t/n) ya que quería que por lo menos la hija menor no tenga la crueldad de los gemelos.
(°•°•°•°•)

Luego de ese fin de semana, (t/n) volvió a la escuela sin pena ni gloria, todos recibieron la noticia de que la maestra tomaría unas largas vacaciones y en su lugar, vendría alguien más a cubrirla. Una maestra proveniente de Inglaterra quien le caracterizaban sus ojos verdes, esa mujer se llamaba Alicia Kirkland quien no contaba con más de 30 años de edad.
Por lo que ella les contó a los niños, estaba casada, tenía 3 hijos y un perro pequeño. Ella decidió salir de su país junto con su familia por nuevas oportunidades las cuales pudo encontrar al llegar al vecindario de (t/n).
La nueva maestra era muy agradable y tierna, cosa que a la niña de cabellos(c/c) le gustó mucho, pero...

-¿(t/n) , cómo se llama tu maestra?-rompio el silencio Flavio al tomar un sorbo de jugo.

-Alicia, es una persona muy dulce y nos invitó fruta...-

-Ya veo, espero que podamos conocerla pronto, me muero por saber qué clase de persona es~-comentó Luciano con una sonrisa.
-E-ella tiene una familia, nos mostró una foto, su hijo más grande tiene 10, el del medio 8 y el pequeño 2 años...-explicó la pequeña quien ya sospechaba de sus hermanos.-Y tienen un perro llamado Boby...-

-Terminen de comer, debemos ir a la inauguración del nuevo edificio-les dijo el padre de familia quien era el CEO de una compañía.-Es nuestro más grande logro...-

-Esta bien papá...-respondieron los hermanos en coro.
-Papá, será posible que en la siguiente reunión de la escuela de (t/n), podríamos acompañarte?...-preguntó Luciano-Es que la última estuvo muy divertida~-

Elizabetha vió de reojo a (t/n) quien borró la sonrisa de su rostro, esos disparos y gritos se le vinieron a la cabeza otra vez.
-No te parece una idea exelente, (t/n)~?-le susurró Flavio al acariciar la cabeza de su hermana pequeña.-Tendrás a lado a tus hermanos que tanto te aman~-

-S-si...-
-¿Por qué tan triste (t/n)? Cambia esa cara, te ves más bonita con una sonrisa en el rostro-agregó Luciano con una sonrisa maliciosa.

"Una vez que ellos se conviertan en los CEO de la compañía, la única que resultará lastimada será(t/n)"
Pensó Elizabeta ya que si eso llegaba a suceder, nunca podría alejar a la niña de ese camino...
∆•...•∆

Sueño Prohibido(Inglaterra x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora