capítulo I

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Sudor, el aroma a látex y sexo desbordaban de la habitación de aquel motel de calidad estándar. Donde el maravilloso Matt complacía a dos chicos fornidos de buen tamaño.

Palabras y sonidos obscenos salia de la habitación y claro, una erótica imagen del rubio haciendo una manada hacia el capitán de básquetbol del campus mientras era penetrado por el encargado de biblioteca.

Pero retrosedamos un poco el tiempo, es algo interesante como llegó hasta aquí

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-Te he dicho que yo me los voy a follar, me entendiste?! Consiguete a otro cliente maldita perra de quinta! —expresaba un chico pelirojo hacia el rubio, quien este solo sonreía triunfante—

-Pero Vincent, ellos cayeron ante mí. No puedo hacer nada, además ellos estaban de mi parte cuándo me ofrecieron, no podía dejar esos chicos con las ganas — El pelirojo estaba que explotaba de furia, aquellos chicos eran de su grado. Mientras tanto el rubio solo reía por las caras del otro— vamos cariño no pongas esa cara, se arruga y por eso te quedas sin sexo jajaja

-Sabes que son de mi grado y aún así te atrev-

-shhh serán todos tuyos cuando me canse de ellos y te diré como les gusta hacerlo —giñó un ojo con una sonrisa coqueta y le robó un beso— tranquilo bebé, solo es sexo

Y el rubio al fin se retiró perdiéndose entre los pasillos del instituto.

-Maldito imbécil —bufo el mayor y se fue por el lado contrario

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-ya vas a acabar maldita perra?~ —decía el encargado de biblioteca penetrandolo mas tosco y rápido mientras que el capitán se corría en su boca por 4 vez, teniendo los labios hinchados y una mirada perdida con semen en la cara hasta que finalmente el bibliotecario terminó por correrse, ambos tomaron fotos del rubio y sonreía satisfecho. Ambos chicos le pagaron al rubio tirandole billetes en la cama y saliendo de la habitación.

«gracias por la comida, chicos»

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