Desde el día en que Vincent y Matt pelearon no se han vuelto a ver ni de casualidad. Saben lo extraño? Es que dentro del instituto compartían habitación.
Sí, ese par de calenturientos convivían a pesar de no ser del mismo grado pues el director suponía que así podrían convivir sin diferencia entre los grados, pero lamentablemente fué un error encontrarse ahí.
-Bien, tu te follas mañana a quien sea mientras hoy me toca a mi ok? Ok, me alegro que quedemos de acuerdo. —Dijo nuestro querido Vincent con una sonrisa triunfante y un rubio confundido—
-Desde cuando elijes los días para follar? — miró con extrañeza al pelirojo sin saber mas que decir, no había hecho nada malo...a no ser—.
-Desde el día en que traías a alguien a follar y no ponías Seguro a la puerta —rodeaba sus ojos con desespero, y pues sí, había tocado varias veces entrar al cuarto sin aviso y había visto al rubio follar con casi medio instituto— ya sé que eres un puto de primera pero no tengo la necesidad de verlo cada vez que entro a Nuestra habitación —El rubio se rió del pelirojo por tal argumento y nego varias veces con algunas carcajadas–.
-Todavia te avergüenzas de ver un pene? Por dios Vincent! Eres patético lo sabías?–Reía y reía sin parar, el mayor solo quedaba bufar y mirarlo fríamente—
-Al menos no soy una maldita zorra a cambio de dinero y para que lo sepas si, he visto muchos penes pero el mío no se para cada vez que veo uno —Tras esto, solamente se vá dando un portazo dejando al rubio algo perplejo. Solía escuchar eso a menudo por las calles y pasillos del instituto pero el hecho de que vinieran del pelirrojo le dolía, sus intenciones no eran malas. Gozaba del sexo como nadie tenía idea pero también pegaba tratamientos de quimioterapias para su madre cada semana, nadie lo sabía y le lastimaba. Por ello, algunas veces que le tocaba acostarse con personas que no parecía llamarle su atención lloraba durante el sexo. No porque no le gustara si no porque sabía que nadie entendería el por que de vender su cuerpo de esa manera tan vulgar.
Lloró y lloró en su cama, lloró porque nadie le comprendía y lloró porque su pequeño amor secreto le había recordado su humillante realidad.
-David, esta noche no habrá sexo.
[•••]
El pelirrojo solo bufaba y no bajaba su enojo, tirando un bote de basura por accidente; Ese chico lo traía loco y no de una buena manera que se diga.
Las ganas de tener un buen polvo se habían esfumado y su enojo no bajaba. Harto de la desesperación se limitó a solo ir a los baños mas cercanos y refrescarse un poco, meditando sobre lo que le había dicho a Matt hace rato.
Sabía que lo que dijo no estaba para nada bien y que fuera de ello lo que hiciera y dejara de hacer no era de su incumbencia, aún así había algo que le molestaba siempre cuando veía a ese chico para nada inocente.
Odiaba como iba de cama en cama
Odiaba su forma de vestir tan afeminada
Odiaba sus ridículas revistas y porno gay que tenía sobre la mesa de noche
Odiaba que cuando tuviera sexo lo hiciera en esa habitación con alguien
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.« Menos con el »