You belong with me-#KOOKMIN

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El de cabellos naranjas revisó su apariencia en el espejo....no lucía bien a su parecer, pero definitivamente con ese uniforme estaba mucho mejor a como usualmente se veía.

Habían bastado solamente unas cuantas preguntas para que obtuviera el trabajo, debido a que fue el único de los postulantes que no tenía cara de ladrón. Como sea, ahora tenía el trabajo y eso era lo importante.

- ¡Dije 5 minutos, Park!- soltó quien sería su jefe haciendo que el más bajo se sobresaltara.

Jimin rodó los ojos para luego salir hacia donde estaban los que serían sus compañeros.

Habían cuatro personas aparte de él con su mismo traje. Todas eran chicas.

- Park, ellas son tus compañeras. Compañeras, él es Park Jimin- habló con desinterés- Díganle lo que tiene que hacer y todo lo demás- bufó saliendo del lugar.

A una castaña rápidamente se le instaló un tic en el ojo izquierdo.

- Uno de estos días, juro que lo voy a matar- soltó acercándose al único chico en la sala- Hola amigo, qué tal, yo soy Jihyo- dijo golpeando sus hombros con amabilidad- Seremos buenos amigos mientras no te metas con los libros de Harry Potter y con mis preciados café latte. Especialidad mía- guiñó un ojo con diversión.

- Entonces nos llevaremos bien- sonrió.

Las chicas parecían analizarlo por completo.

- Ella es Amber, le gusta golpear traseros así que no te sorprendas si te hace algo- Jimin sonrió en dirección a la chica, quien rápidamente le devolvió el gesto- Se encarga de la caja registradora y las cuentitas.

- Lindos lentes- añadió la chica con una sonrisa.

La castaña tomó el brazo de la más delgada de ellas y la puso a su lado.

- Esta tabla de aquí es Jisoo, ella básicamente respira y pues nada más- soltó moviendo a la chica de un lado a otro- Ah y también hace el mejor café helado de la historia.

- Hola chico, un gusto- sonrió extendiéndole la mano.

Luego dio un paso la última chica, tenía el cabello negro y un cuerpo bastante trabajado.

- Este monumento se encarga de hacer todo tipo de café junto a mi y Jisoo, su nombre es Hwasa pero le puedes decir mujerón si quieres.

- Creo que Hwasa está bien- rió nervioso por la mirada penetrante de cada una de las chicas.

- Gusto en conocerte- sonrió la muchacha.

Jimin las miró por unos microsegundos antes de volver a acomodar sus gafas, lo estaban observando con mucho detenimiento y para alguien que no acostumbraba a ser visto, aquello fue bastante incómodo.

- Mhmm....Y yo...¿Q-qué voy a hacer?- sonrió tímidamente viendo como una de ellas apretaba los puños con fuerza.

- Tú pedirás las órdenes, Jimin. Cada mesa tiene un número y cuando ya tengas los pedidos vendrás hacia la barra, eso es todo- sonrió.

Las chicas seguían viéndolo de la misma forma, se sentía intimidado de alguna u otra manera.

La castaña lo tomó del brazo, encaminándose hacia la puerta principal del establecimiento, observando una gran cantidad de personas haciendo una larga fila en ella, mientras que las demás se encargaban de cuchichear en la barra.

Antes de abrir la puerta, Jihyo le entregó una libreta y dos lapiceros por si acaso.

- Suerte, Jimin- sonrió yendo a su puesto.