Feelings

15.

Sin pensarlo dos veces se sento en el sofa de la sala de estar luego de colocarlo en su posición original.

Espero unos minutos para ser recibido, quizás por una mirada curiosa o hasta enojada por no preguntar antes de llegar. El departamento estaba sumergido en silencio y 

Suavemente se levanto y decidió hechar un pequeño vistazo, de repente la idea de entrar a su habitación le pareció lo más conveniente en ese momento. "Como la otra vez"- pensó tratando de alivianar sus nervios ya que ahora si era consciente de que se trataba de la habitación del pelinegro, si este lo encontraba infraganti no sabría ni como dirigirle la mirada. Grito lo suficientemente alto como para que lo escuchasen desde todo rincón del departamento y así no tener que buscarlo aunque la curiosidad le picara. 

Giró la perilla de la ancha puerta con una mirada avergonzada que rápidamente fue reemplazada por una de asombro y tapándose inconscientemente la boca con una de sus pequeñas manos dio unos pasos más, las sábanas totalmente revueltas, los cuadros vacíos que yacían decorar las paredes ahora estaban rotos y tirados en el suelo, por lo tanto también habían pedazos de vidrio junto con envolturas de comida, la mesa de noche ligeramente golpeada y estaba seguro de que si la habitación estaría más amueblada se vería peor, retrocedió no sabiendo realmente que hacer porque por su mente pasaron muchos escenarios terminando con el pelinegro lastimado o increíblemente satisfecho y no sabía ni qué pensar. El sexo explicaría las sábanas y las envolturas mas no lo demás. Con rápidos movimientos marcó el número del pelinegro temiendo a que no contestara, ya que exactamente ese había sido el motivo por el que él ahora se encontraba en su  departamento y sufriendo un ataque de nervios. Daba vueltas alrededor de la sala, esperando equivocarse en cuanto creía haberle pasado. Cuando fue mandado por sexta vez a la casilla de voz comenzó a entrar en pánico automáticamente, tirando su celular al sofá y dirigiendo sus manos a su cuello intentó tomar su presión. Tomó todas sus cosas y bajo en la recepcionista del lugar, quizás ella lo ayudaría a entrar en razón.