Episodio 1: Ventana al Corazón

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Era un día común como cualquier otro y como de costumbre Hisao ponía su despertador mucho antes de la hora que el tenía que levantarse; para el era una forma de tener más tiempo para dormir, o eso creía el.

[Era casi una obligación poner mi alarma mucho tiempo antes de la hora en que debía levantarme. No es tan raro. Todos sentimos que dormimos más tiempo cuando la alarma suena mucho antes...]

La alarma apenas comenzaba a sonar y con los ojos entre cerrados y aún con algo de sueño, Hisao levanto su teléfono y encendió la pantalla para ver como de costumbre la hora.

Con la mirada borrosa y aún un poco cansada por no haber dormido bien la noche pasada, le fue casi imposible ver la hora aunque alcanzó a ver con sus ojos entre cerrados la fecha de ese día.

[Lunes 2 de abril del 2035]

- Ahh... Como siempre. Aun es muy temprano... Creo que dormiré unos minutos más. - Dijo Hisao ignorando el día que era y sin darse cuenta se quedo en un sueño profundo del que no despertó en un largo tiempo.

[Todo tiene una explicación. En verdad no había dormido bien en días]

Los minutos pasaron como un rayo y el "temprano" de Hisao no duró por mucho. Aunque el no lo notaba, se encontraba perdido en sus sueños como si para el no existiera el tiempo.

Aunque la tranquilidad del momento no duraría por mucho tiempo.

De pronto sin previo aviso la puerta de la habitación de Hisao se abrió de golpe con mucha fuerza haciendo el más ruido posible en el lugar.

Entre el ruido del golpe de la puerta a la pared se escucho una voz femenina en la habitación y después con todo el ruido posible ella entró al lugar.

- ¡Vamos Hisao!. No seas un holgazán. Son las 6:30 de la mañana. - Dijo una chica lanzándose a la cama.

[Ella es mi hermanita Emiko, y es una tonta, extraña e hiperactiva todos los días. Además de perturbar mi sueño reparador... Ella no tiene permiso de entrar a mi cuarto.]

Emiko es la hermanita de Hisao. Es una chica de 17 años, de una altura promedio, pelo largo y lacio de color negro, ojos de color azul y siempre tiene una sonrisa que aunque parece falsa, no es muy extraña.

[Algo muy gracioso de mi hermana, es que casi siempre carga consigo unos lentes en el cuello y rara vez la he visto usarlos.]

Para Hisao ella era muy extraña e hiperactiva y aunque parece ser una chica común, su mirada oculta algo más que felicidad.

- ¡E..emiko!... Por tercera vez ya te dije que nunca entres a mi cuarto sin permiso. - Dijo Hisao tapándose la cara con su almohada ignorando sus palabras.

Emiko abrió las cortinas y se sentó en la orilla de la cama mirando a Hisao.

- ¡Vamos!... No seas un aguafiestas hermano. Tenemos la misma edad y además puedo hacer lo que yo quiera. - Dijo Emiko con los brazos cruzados y haciendo muecas.

- ¿Qué tiene que ver que tengamos la misma edad? No puedes entrar aquí... ¡Vamos! ¡Largo de aquí!. - Dijo Hisao algo molesto lanzandole la almohada a Emiko.

- ¡Te odio hermano!. Nunca me tratas como tu hermana y tampoco quieres hablar conmigo nunca. - Dijo Emiko muy molesta levantándose de la cama.

- Eso es porque no eres mi hermana de Sangre. Eres mi hermanastra. - Hijo Hisao respondiéndole a Emiko con un tono algo desagradable.

Emiko estaba muy molesta por lo que había dicho Hisao, y con una mirada que encerraba tristeza y algo de odio tomo el almohada que se encontraba al lado de ella y la lanzó hacia Hisao sin pensarlo dos veces.

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⏰ Última actualización: Sep 22, 2019 ⏰

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