Mi Piel Un Espejo

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Ahí estaba ella tan perfecta como cada mañana antes de ir al trabajo, su pelo tan suave y ese viento que traía consigo su perfume era tan perfecto, nunca me atrevido a hablarle, como la mayoría de las personas que se enamoran, me gana la timidez.
Pase por a un lado de ella, y mi piel comenzó a calentarse mi boca sellada y mi mirada fija a mi camino. Una ves mas me odiaba a mi mismo por no poder ni siquiera cruzar una mirada con sonrisa de esas que le dicen a una persona que le agradas.
"-Hey muchacho te miro demasiado perdido, ¿pasa algo contigo- Me dijo mi jefe de piso"
"-No, no eh logrado dormir bien es todo señor Thomson- Le conteste"
"-Bueno, si tienes algún problema ya sabes que cuentas conmigo, mas que tu jefe soy tu amigo"
"-Lose señor Thomson, muchas gracias"
"-No ahí de que"
Siempre tengo muchísimo trabajo, puesto que soy administrador de la empresa y contador de piso. Hay  estaba yo como siempre manejando documentos importantes, y no lo puedo comprender aun, pero seguía respirando su perfume, era como si estuviera esa mujer tan bella sentada a un lado de mi. Te lo puedo jurar casi sentía su presencia, aprovecha para imaginar que me abrazaba y en eso ya se hicieron las 8 de la noche.
"-Demonios tengo muchísimo trabajo que entregar para las 10- dije en ese instante"
"-¿enserio?, pensé que ya habías terminado- dijo mi compañero"
"-No puede ser, esto esta muy mal, puedes cubrirme"
"-Claro, pero tu haces lo mío de mañana"
"-De acuerdo- dijo yo, ya apunto de salir del edificio."
Mi cabeza, casi estallaba mucho estrés, y sin poder sacarme a esa hermosa chica de mi mente, definitivamente necesito un psicólogo.
Al día siguiente:
"-Dígame ¿cual es exactamente su problema?- dijo aquel psicólogo"
"-Mi problema es que no puedo dejar de pensar en una mujer a la que ni siquiera soy capas de hablarle"
Y comencé a explicarle detalladamente lo que pasaba cada mañana de camino al trabajo, el viento, mi piel a gran temperatura, mi mirada y por su puesto mi boca sellada.
El psicólogo levanto la cabeza me miro fijamente y sonrío:
"-Lo que usted tiene es un caso severo de atraccion"
"-Y eso ¿tiene cura?"
"-Solo sujete sus pantalonsillos, respire ondo y háblele a esa mujer que tanto adora, seguro y conociéndola se desencanta y logra pasar esa etapa de atracción. Vera nuestro cerebro esta echo esta echo para pensar en la preservación de nuestra especie, y por me dio de ciertos parámetros y criterios que solo el maneja elige a simple vista con quien quiere emparentar, es solo la primera etapa, la segunda vendría siendo el conocerte y crear una conexión entre dos personas si esta etapa fracasa es cuando se dice lo nuestro no funciono., por eso mi recomendación es que hable con esa mujer, invítele un café y quien sabe posiblemente logren esa conexión y logran una relación.
"-Muchas gracias"
"-No ahí de que"
Balla jamas pensé que una ida al psicólogo funcionaria tan perfectamente.
Acostado en un sofá, pensaba en todo lo que aquel sujeto me había dicho sobre como funciona el cerebro al encontrar pareja. Pero el tan solo recordar la temperatura que alcanzaba mi piel al acercarme a ella ,bellísima mujer. Quizás mi piel refleja los sentimientos y esa temperatura no es mas que el resultado de cada latido que mi corazón da al verla.
No me logro asentar cabeza en ni trabajo, mi cabeza da una y mil vueltas. Es muy cierto lo que se dice, que el universo puede girar alrededor de la mujer pero no puede explicar por que es el centro.
Otra mañana como muchas, ahí estaba ella, esta ves iba decidido a hablarle pero en eso un sujeto que nunca había visto en mi vida la toma de la mano y se la lleva.
"¿Quien será? decía yo"
Tal ves su novio, tal ves su amante o simplemente un familiar por que no mire muestras de afecto. En mi corazón yo sentía algún defecto, y era el efecto perfecto de un corazón roto y sin remedio.
Mi almohada ya conocía su rostro, por que yo se lo describí con lagrimas, la frustración y desesperación de no haberle hablado.
Sentado en una banca, observando aquel lugar donde ella solía estar, hace días que no la veo;
"¿Como estará?, ¿que ara?, ¿ya habrá comido?"
Mis brazos la piden para un abrazo, mi corazón anhela su piel color canela, mi mente pide su fragancia y de mi boca hacia a ella no pueden salir ni las gracias.
Mi piel ya comienza a reflejar la falta de su mirar, es como si todo rimara con ella, la naturaleza es igual de bella a ella, mis zapatos recién boleados llegan a brillar un poco como sus ojos, el viento que siempre trae su perfume me susurra que corra a buscarla. Mi piel esta opaca le hace falta su luz, y yo aquí sentado solo esperando el autobús. Mi piel ya no puede, reclama su perfume.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2019 ⏰

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La Muda de Ceda (original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora