Jeon Jungkook no sabe en que lío se metió cuando su vecino lo hizo firmar aquel contrato.
Park Jimin ya no quiere volver a hacer pacto con las personas, no después de conocer a Jungkook.
Todos los créditos a-@RiriConSwag-autora original. Gracias por...
–No hare nada de lo que me pida Dios, para mí el ya no vale nada. –La voz de Jungkook se escuchó temblorosa y sus manos se hicieron puño a sus costados. Miró hacia todos lados buscando como librarse de aquella luz que lo cegaba de a poco.
–Jungkook, Jungkook... Te doy la oportunidad de dejar todo esto, solo si dejas que lo que tenga que pasar con Jimin pasé, no lo queda mucho tiempo y ¿Para que hacerlo sufrir más de la cuenta? Tengo el poder para parar esta catástrofe y que todo vuelva a ser lo que era, solo necesito que te olvides de él. –La voz de Dios se escuchó por todo el local poniéndole la piel de gallina al menor.
–Ya le dije que no, puede irse ahora mismo.–Gritó Jungkook sintiendo como algunas lágrimas se escapaban de sus ojos nuevamente. Retrocedió hasta llegar a la puerta la cual había sido cerrada por Dios para no dejarlo ir. Jungkook al darse cuenta se mordió el labio nervioso.
–Estas confundido Jungkook, yo se que tu eres uno de mis hijos. Te dare la oportunidad de olvidar lo que hiciste con aquel demonio y así tendrás una vida asegurada a mi lado como uno de mis ángeles en el cielo, tu madre no se sentiría muy orgullosa de saber que su único hijo ya no es puro y lo peor, fue con un hombre y no cualquier sino que el mismísimo Diablo. No la hagamos decepcionarse. –La luz se fue y en vez de eso por la puerta apareció Dios, junto con algunos Ángeles, no mas de diez los cuales lo protegían como si fueran guardaespaldas.
–A estás alturas me da lo mismo lo que mi madre piense de mi, yo solo quiero que Jimin no desaparezca. El único malo aquí es usted, deme permiso para pasar a aquella habitación.– Exigió Jungkook mirándolo fijamente, los ángeles lo miraron con temor pero Dios ni se inmutó. Nadie se movió de su posición, Dios estaba decidido a no dejarle pasar. –Si usted es tan bueno como todos dicen ser, deme permiso. –Murmuró Jungkook armandose de valor para acercarse a aquel hombre a la espera de que pudiera llegar a la habitación en la cual estaban algunas cosas que se utilizaban para los rituales de invocación o para hacerle ofrendas a Jimin, pero las cosas no estaban fáciles para el menor, no lo dejarían pasar a aquel lugar.
–Tal vez no soy tan bueno como dices, rindete Jungkook somos 8 contra uno, esta vez yo ganó vete a casa a ver a tu madre y sean felices, Dios pronto los premiara con una mejor vida y después todo esto sera un simple mal recuerdo. –Los ángeles que estaban detrás de Dios, se pusieron en guardia de la nada. Jungkook los observó uno a uno asustado comenzando a pensar pero en aquel momento la mano de alguien llamo su atención, se volteo para ver de quién se trataba y dió un salto del miedo que sentía. Atrás de el habían cerca de 15 sombras negras las cuales venian de parte de Park Jimin y Tuan Mark , eran demonios del infierno y estaban dispuestos a dar la lucha contra a quellos Ángeles y hasta con Dios. –Veo que Jimin te quiere demasiado como para mandar a sus demonios a cuidarte. –Se escuchó una pequeña carcajada de parte de Dios seguida por algunos angeles, los demonios que estaban detrás del menor gruñeron fuertemente llamando la atención de Jungkook.
–Jimin es una mejor persona que usted. –Murmuró el menor, caminó lentamente hasta donde estaba la puerta custodiada por dos ángeles y Dios. –Me deja pasar por las buenas o aquí habra una pelea.–Habló intentando no demostrar miedo, la verdad es que Jeon JungKook era un chico que le temía hasta a una mosca, no se consideraba a alguien valiente y eso estaba bien ya que según su madre lo hacía ver mas tierno de lo que ya era.
–Jamás pensé que dirías algo así JungKook, te había observado desde hace tiempo y nunca te vi faltarle el respeto a alguien mayor mucho menos a alguien como yo, tu Dios.– Uno de los Ángeles estiró su mano para tocarlo y rápidamente uno de los demonios le agarro la mano alejandola. –Si hay que pelear pues que suceda Jungkook.–Dios hizo una seña con su mano y varios ángeles se abalanzaron contra los demonios quienes contraatacaron perfectamente.
Jungkook observó a sus alrededores como los demás peleaban y luego miró hacia donde estaba Dios pero este ya no estaba, atravesó la entrada que daba al pasillo y lo vio entrar hacia la habitación donde estaban las cosas que necesitaba. Se inundo de miedo pero aún así corrió para alcanzarlo, antes de llegar a la puerta la voz de su amado lo hizo poner nervioso y corrió mas fuerte hasta llegar a la puerta. Dentro de la habitación estaba Dios mirando fijamente a quien era el Diablo. Mark lo tomo por los hombros justo cuando quería entrar e interrumpir lo que fuera a suceder.
–¿Que haces? Atacarán a Jimin, sueltame.–Pidio Jungkook intentando que aquel chico casi de su mismo porte lo soltara.
–La pelea es entre ellos Jungkook, ya hiciste mucho y se te agradece. Gracias a ti aun hay gente que cree en Jimin y no se ha debilitado del todo.–Murmuró el asistente cerca de su oído. Jungkook se quedó observando a Jimin quien no se movía de donde estaba y mucho menos Dios, aquella sería una de las peleas más largas debido a que ninguno daría su brazo a torcer.
–Jimin... Por favor cuídate mucho... No quiero perderte.–Susurró Jungkook para luego abrazar a Mark llorando. La puerta se cerró no dejando ver a los dos dioses dentro. La pelea comenzaría y el que muriera sería el perdedor.
Todo acabaría cuando uno de los dos dioses desapareciera para siempre sin dejar rastro alguno.
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Hola chicass ¿cómo están? La que quiera dedicacion en el próximo capítulo dígame aquí💕👉
