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Marta
Después de un instante de intercambio de miradas pícaras entre Natalia y yo, me acerqué y me senté arriba de ella, que estaba estirada en la cama.

—¿Sabes que eres preciosa, no?— Me dice mientras recorre sus manos por todo mi cuerpo. —Bésame, ya.— No lo dijo como una orden, sino como una súplica diría yo. Sin dudarlo, hice lo que ella me pidió y le di un beso que empezó siendo suave pero fue subiendo de intensidad.

Ella seguía recorriendo mi cuerpo con sus manos y me quitó la camiseta, antes de quitarme también el sostén me preguntó, y yo asentí.

—Oye, que esto no es justo. Yo ya ni tengo el sostén.— Y en menos de dos segundos, ella se quita la remera y el sostén dejándome una vista preciosa de su torso desnudo.

Yo le sonrío y ataco su cuello. Primero le dejo varios besos pero luego empiezo a succionar. Ella me acaricia el pelo mientras susurra mi nombre, me esta volviendo loca. Después de acabar con su cuello, dejo un camino de besos hasta llegar hasta su abdomen en el cual me detengo por un poco más de tiempo. Nunca había llegado a más con Natalia, siempre ocurría algo. Cosas del destino, o que se yo.

Y parece que nunca lo voy a hacer. El teléfono de Natalia empieza a sonar. Yo apoyo mi cabeza en su abdomen y maldigo internamente.

—Es Miki, que se joda.— Pero justo después que ella dice esto, mi teléfono también empieza a sonar. Me estaba llamando Julia, ahí fue cuando me empecé a preocupar.

A Natalia la llamo Miki y a mi, Julia. Todo esto solo me lleva a una persona

—Marta, por favor. Ayuda.— Escucho las palabras de Julia con su voz temblorosa y me podía dar cuenta que estaba llorando.

—¿Que ha pasado Julia?—

No habla. Solo escucho sus sollozos y golpes.

—Julia maldita sea, habla ya.— Le suplico, no entiendo nada de lo que esta pasando.

—Dile a Natalia que vengan al hospital este que está a unas calles del hotel, es Alba. Solo vengan, por favor.— ¿Acaso dijo hospital?

—Julia, Jul...— Me ha cortado.

Tiro el móvil en la cama y me visto rápidamente, no sin antes explicarle a Natalia que estaba pasando.

—Joder, si es que ni me ha dicho que fue lo que exactamente le paso a Alba.—

—¿Conoces el hospital?— Me pregunta y yo asiento.— Pues vamos, pero ya.—


Después de preguntar unas veces donde estaba ese maldito hospital, por fin lo encontramos. Yo le agarraba fuerte la mano a Natalia y ella, a veces cuando me miraba, me regalaba sonrisas falsas.
Apenas entramos al hospital, vimos a Miki.

—¿Que ha pasado?— Preguntamos con Natalia al unísono

—Julia entró a la habitación mientras Alba y yo nos estábamos besando. Cuando estaba por irse dijo que estaba saliendo con Sabela o algo así y que ya no le importaba Alba en lo más mínimo, que nunca lo hizo. Alba empezó a tener un ataque de ansiedad, le costaba respirar y empezó a golpear cosas, unos segundos después se desmayó. Buscando a alguien para que me ayude me encontré a Julia sentada en el piso al lado de la habitación, y juntos con personal del hotel la trajimos hasta aquí.

Yo me agarraba la cabeza y maldecía, Natalia solo lo miraba a Miki esperando a que siga hablando. Ninguna de las dos nos lo creíamos.

—¿Ahora cómo está?—

—No lo sabemos. Todavía no nos dijeron nada pero no creo que sea algo grave. Venga, dadme un abrazo.— Y los tres nos unimos en un fuerte abrazo, yo escuchaba a Natalia sollozar y eso me partía el corazón. Cuando nos separáramos, yo volví a abrazar a Natalia aún más fuerte.

Nota
Los giros que da esto madre mía, espero que os guste el capítulo.

Voy a tratar de hacerlos más largos pero a veces no tengo tiempo, perdonadme

Siempre fuiste tú. // Martalia. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora