Dos.

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Por suerte ya era viernes, no había visto o sabido nada de Harry en una semana aproximadamente, lo que me había ayudado a sacarlo de mis pensamientos un poco. Aunque, hoy viernes mi hermano me había invitado de nuevo a casa de Samuel, esta vez a una fiesta celebrando su cumpleaños. Obviamente Harry estaría allí y yo quería huir desesperadamente de el. Anna había confirmado el rumor de que Harry era un "puto" pero mantenía la idea de que yo le gustaba diferente, a pesar de habernos visto sólo dos días, según ella (quien lo había visto casi todos los días en la universidad) preguntaba por mi todos los días y quería saber detalles sobre mi vida.

Anna había ideado un "plan" para esta noche, qué consistía básicamente en hacerme ver muy bien para que Harry no apartará sus ojos de mi. La verdad no me molestaba, me gustaba llamar la atención y verme bien pero no me manejaba muy bien con el maquillaje (nunca lo utilice mucho) y no tenía ropa de fiesta tan deslumbrante (nunca iba a fiestas). Al llegar esa tarde a casa, Anna me esperaba en mi cuarto con un bolso enorme, del que comenzó a sacar vestidos, faldas, camisas y zapatos hermosos.

- Tenemos que escoger uno que te quede excelente - me dijo mientras tomaba cada prenda y la analizaba rigurosamente.

- Me gusta este- le dije mientras sostenía un vestido color Borgoña entre mis brazos, tenía un escote pronunciado en el busto y se notaba corto y ceñido.

- Pruebalo- me dijo Anna y yo me fui al baño a cambiarme, me miré en el espejo y estaba sorprendida. Mi cuerpo se veía excelente, mostraba lo suficiente y el color me favorecía muchísimo. Salí del baño y Anna pego un brinquito al verme y comenzó a aplaudir - SI SI SI - chillo y yo rei, aún faltaba eso de una hora para la fiesta así que me devolví al baño a sacarmelo para ducharme y arreglarme.
Ana fue al cuarto de mi hermano a hacer lo mismo mientras ya yo me metía en la ducha caliente.

El resultado final fue muy lindo, llevaba el vestido que pese a ser ajustado y escotado, se veía bastante sencillo, me había puesto unos zapatos de tacón no tan alto negros y Anna me había ayudado a maquillarme un poco, y mi cabello lo deje suelto, como casi siempre.

Al estar listas mi hermano aguardaba pacientemente en la sala, así que nos acercamos a él y nos silbó un poco añadiendo que nos veíamos muy guapas en nuestros trajes. Tomo las llaves del auto y luego de abrigarnos con nuestras chaquetas nos dirigimos a la casa de Samuel.
Al llegar no había tanta gente, pero aún seguían llegando algunas personas. Tenía entendido que había invitado a mucha gente de la universidad y yo no los conocía, yo iba a una universidad distinta a la de ellos por lo que no estaba relacionada con su grupo de amistades.
Cuando entramos a la casa nos recibió una vez más Erika, y nos indico dónde estaba Samuel para que pudiéramos felicitarlo. Mi hermano fue hacia el y lo abrazó mientras Anna y yo esperábamos para felicitarlo.
Cuando fue mi turno, le di un abrazo y bese su mejilla

- Feliz cumpleaños Sam - le dije y él me sonrió ampliamente

- Gracias enana - mi hermano que escucho todo esto comenzó a reir mucho, nosotros no entendíamos

- ¡Es el mejor apodo que le han dado! ¡Es la más enana del mundo!- exclamó y yo Rode los ojos mientras Elton se acercaba a saludarme

- ¿De qué se ríen?- pregunto luego de darme un beso en la mejilla

- De mi - exclamé entre dientes y el fruncio las cejas. Antes de yo pudiera explicar, mi hermano ya estaba contándole lo gracioso que había sido mi apodo. Que si, tal vez no era la más alta, pero la más baja tampoco. Media eso de 1.62 CM así que estaba en una estatura, según yo, promedio.
Pensé en Harry, y en donde estaría en este momento. No se le veía por ahí así que asumí que solo llegaba tarde a todo. Luego de un rato la casa se veía más llena, la música estaba mucho más alta y yo bailaba con Erika y Anna al son de esta. Mi vista se enfocó por un momento en la puerta, por dónde justamente entraba Harry, esta vez acompañado de una morena alta que vestía un ajustado vestido azul. Les mostré a las chicas y ellas se encogieron de hombros. Decidí ignorarlo y seguí bailando con ellas un rato más, hasta que mi cuerpo pedía a gritos beber algo. Me dirigí a la cocina donde había todo tipo de bebidas con y sin alcohol y decidí solo tomar un jugo. Me recosté de la mesa mientras bebía de mi vaso y descansaba un poco los pies.
Segundos después la morena entro a la cocina y me miró sonriendome, tomo un vaso y se sirvió alguna cosa.

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