Sos boludo o te entrenás? [Classic!Sans x Lectora Argentina]

[>Yerba vs Hierba<]

Reías en silencio cuando viste a las dos mujeres mirarse confundidas. Ya algo cansada, suspiraste y procediste a explicarles.

- Perdón por mi dialecto argentino, pero deben acostumbrarse si van a quedarse por acá. Lo que quise decir es que no hay necesidad de atacarme verbalmente, no soy racista ni nada. "Para la moto" es una expresión usada para decirle a una persona que se tranquilice.

Sus caras de comprensión no tenían precio. Bueno, ya. Esto se estaba haciendo incómodo. Que tal unos mates para empezar?

Cebaste un par, y los tomaste sola, bajo la mirada atenta y confundida de las dos monstruos.

- E-eh... Desde que llegamos al país me he preguntado esto, ya que lo vimos en mucha gente... - Alphys habló, algo tímida - D-drogarse es algo legal aquí?

Casi escupes la yerba de la impresión. Trataste con dificultad de tragar, y entre la tos y la risa te ahogabas.

- Jjajdjajsjajd - aspiraste fuerte y te concentraste en no seguir riendo - Qué? No!

Alphys se sonrojó fuertemente de vergüenza, y comenzó a murmurar disculpas. Undyne te miraba con curiosidad esperando una explicación.

- De donde has sacado esa idea? Jasjajsajs, es por el mate verdad? Creen que esto es cannabis?

- Eh, si. La verdad que este país es tan extraño que no me sorprendería. - Undyne dijo con algo de desdén.

- Jajdjajsjs, okey ya. - paraste de reír - Lo que nosotros tomamos es una bebida amarga, parecida al té, pero hecha de otra planta. Contrario en realidad a como suene, año que usamos es yerba, no "hierba".
Se prepara casi de la misma que el té, pero usamos un recipiente y una bombilla.

Las dos monstruos te miraron con la curiosidad pintando sus rasgos. Para satisfacerlas, cebaste otro mate y se lo extendiste.

Undyne lo tomó primero. Tenia un buen paladar, ya que no hizo muecas por la temperatura ni arrugó la frente por el sabor.
Eso comúnmente suele pasar la primera vez que se prueba.

Luego cebaste otro y se lo diste a Alphys. Ella lo tomó y le gustó.

Te hicieron sentar en uno de los sillones, y hablaron un poco de todo, para conocerse.
La ronda de mate siguió hasta que le termo estuvo vacío.

Y en ese momento decidiste volver a tu apartamento.

Fue una buena tarde.