"Luego de un accidente químico en su laboratorio, el doctor Flug Slys finalmente aprende que no todo lo que brilla es oro"
El doctor Slys no se esperaba tal inconveniencia en un momento tan inoportuno. Días pasaron sin que él pudiera comer o dormir. Ni hablar de bañarse.
Su jefe, quien no se pasaba por su laboratorio muy seguido, había prácticamente estado cinco o seis horas diarias en la última semana, sentado a su lado, controlando cada uno de sus movimientos, observando su mano temblar de miedo, oliendo su mugre y sudor. Eso también incluía a Demencia pegándoseles como goma de mascar podrida a pupitre escolar. Eso también incluía una destrucción continua de cualquier objeto de utilidad.
Y todo ese conjunto de circunstancias fueron tan solo los desencadenantes de algo tan hórrido para el doctor, que incluso con tan solo el recuerdo podía sentir algo vagamente similar a la culpa. ¡Pero no me malinterpreten! Flug Slys seguía siendo el mismo de siempre. —Él no había sentido algo remotamente relacionado a la culpa desde que tenía quince años. Cuando experimentó en veinticuatro personas que él mismo se tomó el trabajo en desaparecer de la sociedad para siempre. Al arrastrarles al sótano, el almohadón que su abuelita le había tejido especialmente para él quedó un poco manchado con sangre y materia gris; y solo Dios sabe lo mucho que apreciaba él los regalos de su abuelita.— Y continuaría experimentando con química hasta el día en el que finalmente Black Hat decidiera despedirlo. En una bolsa negra. Camino a una fosa en el patio trasero.
Así que el error era inevitable. Ni tocar madera podría haber salvado al doctor, quien sufriría las consecuencias de sus errores con cada lágrima —de sangre— que le quedase.
El problema fue —uno de los tantos— que el mayor exponente de peligro se encontraba justo a su lado cuando el tubo de ensayo estalló, dejando la habitación impregnada en una densa neblina de químicos. A Slys le gusta pensar que la bolsa sobre su cabeza lo protegió de cualquier efecto contraproducente que podría haber causado ese desastre, pero en el fondo sabe que ese defecto solo afectó a Black Hat debido a su naturaleza demoníaca, y no por no llevar la protección adecuada.
Sea como fuere, su jefe, quien había estado gritándole por aproximadamente media hora, no emitió un sonido. Esto asustó terriblemente al doctor, quien sin saber qué hacer se acomodó rápidamente en posición fetal contra una pared cercana, tambaleando al pararse para buscar protección. Cuando pudo hallar la palanca que activaría teóricamente las ventilaciones, trastabillando, sintió gotas de agua atravesar su bolsa —asquerosa y llena de químicos por el momento— mientras las nubecillas de químicos se disipaban.
Volteó su cabeza lentamente en dirección a Black Hat, y en ese momento exacto, supo que la había cagado. Y muy horrorosamente, porque de otro modo, su "jefe chulo" no se hallaría tirado en el piso como el brócoli indeseado, inconsciente.
De pronto, su jefe, con la velocidad de un rayo, elevó su imponente figura sobre él, y lo último que supo fue que todo dolía..
..
[Notas finales]
En primer lugar me gustaría aclarar, si es que alguien lee esto, que esta historia es algo muy espontáneo. Realmente me fascina Villanos, y todos sus personajes.
Este fanfic no es más que una expresión de mi interpretación de los personajes de Villainous —Y Heroic en su momento, ustedes esperen— y los conceptos a los que los relaciono.
También quiero disculparme si hay algún error de gramático u ortografía, y si hay alguna corrección que ustedes quisieran hacerme, siéntanse libres de hacerlo.
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"Sin título"
RandomLuego de un accidente químico en su laboratorio, el doctor Flug Slys finalmente aprende que no todo lo que brilla es oro. . . . [tragicomedia]