Los días en la orilla pasaban.
Las misiones iban y venían.
Y esos dos, por los dioses, se solían escabullir para verse en las noches para conversar de lo que fuera sin la compañía de nadie más; cerca de algún río o por los bosques, como lo hacían ahora.
──Gallina ha estado tan inquieta estos días.── Mencionó el rubio. El de menor estatura rodaba los ojos.
──¿Por qué no le consigues un amigo? Tú estás muy ocupado, quizá ella se siente demasiado sola.
──¿Qué? ¡No!── Cruzó los brazos, molesto por la sugerencia.
──Hey, no te pongas así Tuffy.── Nunca entendió el porqué el más bajo le había dado un apodo de un momento a otro. Pero no significaba que le disgustara, es más, se sentía bien cuando lo llamaba así, es como que si lo considerara lo suficientemente importante como para tenerle un nombre distintivo.
──¿Cómo osas a decir algo como eso? Gallina es feliz conmigo.── Snotlout no pudo refutar ante esto.
──¿Podemos dejar de hablar de ella?── Inquirió con hastío, nunca fue fanático de las aves.
──Bueno.
Permanecieron en silencio por instantes.
──¿Harás algo en snoggletog?── Cuestionó el de ojos azul grisáceo ignorando una sensación que crecía en su pecho, no es como si quisiera pasar la festividad con el muchacho a su lado.
──Lo de siempre.── Tuffnut se sentó en el pasto para ver mejor al resplandeciente cielo.
──Yo también.── El más bajo le se acomodó y le hizo compañía.
Habían pasado dos semanas en las que experimentaron por primera vez el tener una relación así de íntima. Comenzó con un estúpido combate para demostrar su fuerza el cual había sacado su rivalidad a flote.
Una cosa llevó a la otra y por un tropiezo el más alto acabó encima del contrario, probaron los labios opuestos. Pareció más un choque muy estrepitoso, se separaron de una tratando de tapar el destello eléctrico que había pasado por cada una de sus almas.
Dijeron que no lo repetirían, cada uno trató de convencerse que fue lo peor que pudieron haber hecho.
Aunque, les resultó tan tentador hacerlo una, dos, o tres veces más.
Hicieron un acuerdo, cada que tuvieran algún problema o algo importante que comentar acudirían al otro antes que a alguien más. Dejando un poco de espacio también para las sutiles muestras de cariño que al principio intentaron negar.
──¿Crees que ya se dieron cuenta?── Retomó el azabache con cautela.
──¿De lo nuestro? Pff, no.── Se rió con incomodidad por la pregunta, aquello lo tomó de imprevisto. Puso sus rodillas alineando su pecho, abrazó sus piernas. ¿Cómo se llamaba lo suyo?
──No quiero que se enteren...── Tuff lo miró de reojo.
──¿Por?
──Lo que tenemos justo aquí, justo ahora, ¡es genial! ¿No lo ves? Nadie nos dice qué hacer, nada de Hipo y sus reglas. Solo dos bros pasándola bien sin mucho problema.
──No voy a discutir eso.── Ser el causante de que Snotlout no fuera tan fanfarrón y que pudiera sacar su lado sensible por su presencia lo ponía contento.
Su rostro lo reflejaba.
──¿Qué onda contigo?── El de ojos azules, casi turquesa golpeó su hombro desconcertado.
──Nada, nada.
──Dime de una vez.
──... Es sólo que, verte tan emocionado por estar conmigo me hace feliz.── El rubio rió con aires de suficiencia.
Era turno de Snotlout para avergonzarse.
──Cállate, eso es muy cursi.
──Cállame si te atreves.
──Bien.── El chico fornido lo tomó del mentón y le besó los labios. A pesar de ser tosco, no se separó del muchacho de cabello largo inmediatamente. Se permitió divagar entre las sensaciones que le otorgaba esa piel pálida, entre un cosquilleo que le debilitaba las defensas y le permitía ser más suelto con él.
──Woah.── Dijo Thorston al separarse
──Eres fastidioso.
──Pero así me quieres, ¿no?
──Touché.── Sus sentimientos iban en aumento y les aterraban.
Han sido amigos desde niños, antes, ir más allá de aquello no estaba en sus planes.
Eran nuevos en ello, si no fuera por sus desastrosas emociones y si no tuvieran ese toque de impulsividad proveniente de la sangre vikinga, no estarían ahí divagando y otorgando la bienquerencia que desconocían si tenía algún índice de malicia.
──Otra cosa, me sorprende que no siguieras intentando buscar a Astrid o a Heather.
──No seas ridículo Tuffnut, estoy contigo, ¿acaso quieres que me vaya?
──Eh, no.── Le tocó la punta de la nariz con rapidez. ──, Pero, decías que Astrid era digna de ti y...
──A ver cabeza hueca. Te escogí a ti, deja de dudar, hasta tú mismo afirmaste que te quiero así cómo eres, así que eso ya no cabe en ninguna discusión, ¿entendido?── Afirmó con contundencia. El rubio sonreía, el no emocionarse era imposible. No siempre se tenía a un Jorgenson siendo tan específico y declarando una exclusividad hacia él.
Intercambiaron más palabras hasta que decidieron ir cada uno a su aposento.El actuar simplemente como amigos o rivales en esas instancias era ameno, nadie notaba que aprovechaban cada momento para acercarse, para darse simples toques o conversar con más ligereza que los demás.
No habían sospechas.
Y cómo les gustaba.
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Sé que el fandom anda bien fantasma, pero quise publicar esto que tenía guardado desde el año pasado, solo que por andar haciendo otros proyectos decidí aplazarlo.
Apoyando una vez más a los ships infravalorados parte 23 (?).
Muchas gracias por leer ahre.
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୧ ׅ𖥔 ۫ ◜🍀◞ 𝑨 𝑬𝑺𝑪𝑶𝑵𝑫𝑰𝑫𝑨𝑺 𓂅 ❮ᴛᴜғғʟᴏᴜᴛ❯ . ࣪ ˖﹆
Fanfiction❲ ︵︵︵︵︵︵ ❛ ᴅᴏɴ·ᴛ sᴛᴏᴘ. ❜ ︶︶︶︶︶︶ ❳ ・ ・ ・ ・ ・ ・ ・ ・ ・ ・ ・ ・ ・ ・ ⇉ [ 🌱 ; ❝ Siᥒ que ᥣos otɾos jιᥒetes se dieɾαᥒ cueᥒtα ᥣos dos busᥴαɾíαᥒ uᥒ beso o pαᥣαbɾαs αgɾαdαbᥣes deᥣ ᥴoᥒtɾαɾio. Eɾα más diveɾtido seᥒtir que ᥒαdie ᥣos podɾíα juzgα...