701. Cada vez que encuentro la respuesta, la vida me cambia la pregunta
702. Hay silencios tan intensos que casi pueden escucharse
703. Es claro que lo mejor no es la caricia en si, sino su continuación
704. Después de todo, en mis laberintos de nostalgia y en mis noches de insomnio, sigues siendo lo que más amo
705. Un beso enciende la vida con un relámpago y un trueno