ALGUIEN una vez dijo que un ave nacida en una jaula no se da cuenta de que es una prisionera. sin darse cuenta de su situación, muere feliz dentro de la jaula. pero ¿qué hay de aquellas aves afortunadas que pueden apreciar una vaga visión del brillante cielo azul? aquellas cuyos corazones anhelan el mundo más allá del hierro de los barrotes, que darían lo que fuera por surcar una escasa porción de cielo, por sentir el viento entre sus alas y saborear la libertad. aquellas criaturas que lloran sin lágrimas y su dulce canto melódico se convierte en un alarido desesperado, sin poder seguir ocultando su deseo por obtener algo que solamente sus sueños más salvajes podrían permitirles.
¿qué hay de mí? que encerrada me encuentro entre muros que se hacen cada vez más altos y donde la luz se vuelve más y más escasa, que en lo profundo de mi [cuerpo] un ánima tiembla, se retuerce y desespera por escapar de la cárcel que habita para alzarse en un vuelo presuroso... para alcanzar los horizontes de los que tanto ha oído hablar. pero no tengo alas, ni fuerza, mucho menos una oportunidad. sólo puedo quedarme en el fondo de este pozo, inmovilizada por la gravedad, observando con amargura a las aves volar. escucho su canto resonar en lo profundo como una burla dirigida a mi corazón que sueña con un mundo dorado mientras el infierno me besa los pies.
quizás... ¿algún día quizás?
11:07pm
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luna en acuario.
De Todoen la estela de una estrella fugaz: deseos, esperanza, lágrimas, risas, muerte. 190408