🌷 "Memorias permanentes" 🌷

653 69 23
                                    

Omnisciente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Omnisciente

El sol parecía que daría su aparición en cualquier momento. Las luces estaban apagadas pero la claridad del día se acercaba y penetraba por la ventana. Se levantó de su asiento y miró a través de ésta moviendo un poco la cortina para tener mejor vista de afuera. Sería un día hermoso. Perfecto para ir de compras o quiza para salir un rato a tomar aire. Pero ella no podía, si salía lo más posible es que alguien la reconociera y terminaría en la cárcel. En cualquier momento lo estaría, pero antes quería terminar su trabajo. Debía hacerlos pagar por la muerte de su hija e intentaría que ella misma hiciera justicia con sus propias manos. Tan sólo debía de ser cuidadosa. Tener un buen arma y cambiarse el look de nuevo para ir en su búsqueda. Había escuchado que estaban en estados unidos en coma. Sólo bastaría averiguar en qué hospital y los desconectaría.

Entonces sonó la puerta de en frente y la desconectó de sus pensamientos. Corrió la cortina de nuevo y caminó hasta la puerta para abrirla.

— Señora, Rumsfell. — dijo llamándola por su falso apellido una anciana de unos sesenta años con lentes de fondo de botella y algo regordeta. — No nos acompañó ayer en la junta de vecinos, usted sabe que este es un vencidario bastante reducido...

— No se preocupe, señora Anne. — le respondió ella con una sonrisa. — Tenía algunos problemas que resolver. Y creo que haré un viaje de unos días.

— Oh. — dijo la anciana algo extrañada y sorprendida — ¿A dónde irá, si se puede saber?.

— A ver a unos familiares. — mintió con una bella sonrisa. A pesar de los años no había perdido su encanto.

— Espero que le vaya bien entonces. —dijo la anciana con una sonrisa. — ¿Cuándo se va?.

— No lo sé, estoy esperando una llamada. — contestó y comenzó a cerrar la puerta— Nos vemos después, señora Anne.

— Claro, querdia dijo ésta y dio la vuelta para comenzar a marcharse a su casa.

Ella cerró completamente la puerta y entonces subió escaleras arriba para irse a su cuarto. Cuando estuvo ya arriba pasó por un cuarto donde habían cosas sin empacar. Apenas tenía dos años viviendo allá y no había aún desempacado todo. ¿Para qué desempacar, de todos modos? El dueño de esas cosas estaba muerto, no había razón para desempacar. Secó una lágrima que había salido sin su consentimiento y continuó su camino hasta su cuarto. Ya allá tomó un marco que había encima de una mesita de noche llena de polvo y la observó. La acarició lentamente y la abrazó para luego romper en llanto. La extrañaba, hubiera preferido morir ella que vivir con ese dolor. Todavía no se había recuperado de su muerte aunque hayan pasado tantos años. No podría olvidarla nunca, era su sangre, lo único que le quedaba. Ahora estaba sola, sin nadie.

Se levantó y decidió salir afuera sin importarle que alguien le reconociese, aunque sólo confiaba en sus pocos vecinos que no sabían su historia y que no irían a acusarla a la policía decidió salir de casa y despejarse un poco, salir de la rutina y olvidar por un momento la desgracia en la que estaba viviendo. Todo era demasiado obsoleto para ella. Comenzó a morderse las uñas mientras bajaba las escaleras, era una manía que había comenzado a tener desde que su hija murió. Lo hacía siempre que estaba nerviosa y en ese momento lo estaba bastante, estaba loca por que sonara el teléfono y le diera la noticia que tanto esperaba. Quería acabar con todo de una vez por todas.

Salió de la casa y dio unos cuantos pasos. El aire puro la hacía olvidar todo por completo y esperaba que las cosas le salieran bien. Quería estar calmada y tranquila. Guardó sus manos en los bolsillos de su abrigo y comenzó a caminar observando como el día hacía presencia en el cielo. Cerró los ojos unos instantes sintiéndose libre por unos momentos y cuando los volvió a abrir sintió como si su hija estuviera caminando a su lado. Quería tenerla con ella, pero sabía que era imposible. Alguien la había matado, y pagaría con su vida por ello.

Al principio pensó que debería matarlo a él también. Quería descuartizarlo y que tuviera una muerte tan lenta y dolorosa que no llegara completo al infierno. Pero luego lo pensó mejor, que sería bueno pagarle con la misma moneda. Él mató a su hija, ella mataría la de él, aunque ésta no tuviera la culpa de nada. Los hijos nunca tienen la culpa de lo que hacen sus padres, por esa razón, su hija en esos momentos estaba muerta.

— Oriana. — dijo alguien a su oído y por un instante se asustó. Luego volteo y se tranquilizó.

— Pensé que me llamarías. — dijo ella en voz baja.

— Quería verte. — dijo él con una sonrisa. — Te tengo muy buenas noticias.

— ¿Qué pasa?. — le preguntó ella curiosa.

— Marco y Lou ya no están en estados unidos. Están en Londres. — le dijo y ella se colgó de su cuello feliz.

— Al fin. — exclamó en voz baja. — Todos los Pimentel pagarán lo que me han hecho.

🥀

¡Nuevo capítulo!

Oriana buscará venganza por la muerte de Ximena, su hija 😲

¿Oriana le hará daño a Megane? ¿Logrará vengarse? ¿La atraparan a tiempo?

3/3

Bay Culebritas locas. ¡Las amo! 🐍❣

Querida Mégane | Niña mal #4 [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora