Anhelo

Callejón

Hola querides lectoras y lectores, hoy traigo nuevo capítulo con varias advertencias a considerar: violencia, depresión, abuso y mucha oscuridad.

Este es uno de los capítulos que MÁS me ha costado terminar. El inicio lo pude hacer muy fácilmente (confirmado que las partes retorcidas me salen con excesiva facilidad) pero el final se me entrampo mucho y lo tuve que reescribir muchas veces 😩 por lo que esas partes las deje para la continuación que será mucho más reconfortante.

Por cierto, el Jason de esta historia es en su primera versión, muy diferente a como es ahora en la Batfamilia para que lo tengan en consideración 😅

Y sin más que decir, agradezco las estrellitas y sepan que siempre intento responder los comentarios, muchos cariños! 💜

*

¿Cómo es que había comenzado 'esto'? Tim no lo recordaba con claridad, pero había iniciado por parte de Jason, eso era seguro. Recordaba vagamente insinuaciones descaradas cuando estaban solos en misiones al principio, luego habían venido las tocaciones solo para molestar, después derechamente porque el ex segundo Robin lo deseaba.

Tim si recordaba haberse resistido, haberse enojado, haberlo golpeado, insultado, amedrentado, pero aún así hoy estaban cómo estaban. En ese sucio y oscuro callejón, jodiendo entre la basura y la muralla mugrienta. Como animales.

Estaban en el medio de la patrulla, los había enviado Batman... Dick,  y en algún momento, Jason le había hablado por radio, le había dado coordenadas, que necesitaba 'apoyo'. Y Tim no era estúpido, sabía lo que Red Hood planeaba, deseaba. Y como una polilla, sabiendo lo que pasaría, había ido directo hacia la luz del fuego, y su 'hermano' le había emboscado. Primero le había golpeado sin contemplación en el estómago, para luego azotarlo contra el muro y comenzar a besarlo.

Sintió la experta y agresiva boca de Jason en la suya, y el agrio sabor del cigarrillo en su lengua. Era un sabor que aún hoy a le desagradaba e incluso le repugnaba, pero que no podía evitar desear y disfrutar mientras sucedía. Era exactamente lo mismo que sentía acerca de sus encuentros con Todd.

Repulsión y excitación. ¿Era acaso eso posible?

Odiaba a Jason con todo su ser, con sus entrañas. Era violento, desagradable, constantemente lo trataba como basura, y estos encuentros hundían ya la ínfima autoestima de Red Robin hasta el fango.

Pero no podía evitarlos. Los necesitaba. Eran como droga dura, le hacían olvidar por unos minutos su existencia, desconectarse de su realidad.

Mientras se besaban con rudeza y se desvestían en lugares inesperados, podía desconectar su mente y solo sentir con su cuerpo, con sus instintos más básicos, que antes no sabía que existían.

Se sentía bien mientras sucedía, para que después viniera todo el desagrado por lo que había pasado. Siempre era igual.

¿En qué momento había cedido toda su voluntad?

Sabía perfectamente cuando había sido.

Fue el día que lo desecharon.

Ni siquiera le gustaba rememorar aquello. De solo pensarlo, el estómago se le volvía pesado y la angustia ocupaba su pecho. El ser rechazado en cualquier circunstancia es duro, pero cuando proviene de la persona más importante a tus ojos, es como morir viviendo.

Fue el mismo día que Dick vestido de Batman eligió a Damián como Robin, por sobre Tim.

Ser Robin, vestir la herencia de Dick en su propio cuerpo, seguir el legado que el más joven de los Grayson Voladores comenzó, lo era todo para Tim. Y se lo había arrebatado.