UN FINAL

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03 de marzo de 2020


Nadie más puede consolarla. Incluso si lo intentaran, ella nunca dejaría de llorar. Lo único que puedo recordar es que siempre ha sido así, durante esta época del año. Ella pensó que está bien guardando secretos, pero en realidad no lo es.



03 de marzo de 2021

Nadie más puede consolarla. Incluso si lo intentaran, ella nunca dejaría de llorar. Lo único que puedo recordar es que siempre ha sido así, durante esta época del año. Ella pensó que está bien guardando secretos, pero en realidad no nada está.

Recordé la primera vez que vi su tradición anual.

Tenía 8 años en ese entonces. Acababa de regresar a casa, de la escuela cuando vi la bolsa de plástico de su panadería favorita en el bote de basura. Yo era una pequeña curiosa, así que abrí la tapa del bote de basura y vi una caja vacía que solía proteger un pastel.

Corrí con entusiasmo para encontrarlo. Esperaba me dijera que había compro un pastel aunque no era mi cumpleaños. Fui a su habitación pero estaba cerrada. Cuando estaba a punto de tocar la puerta la oí sollozar.

No sabía qué hacer, me asusté y me puse nerviosa. Era la primera vez que la oigo llorar. En ese momento, todo lo que pude hacer fue correr a la sala y ver la televisión. No me molesté en preguntarle sobre el pastel y la razón de sus lágrimas. Y supongo que ver la televisión durante horas me haría olvidar todo.

Pero hoy, fue diferente.

Ella compró un pastel de nuevo. Lo sé porque revisé todos los botes de basura dentro de la casa. Era como un juego para mí, buscar señales de que siguen con la tradición anual. También aprendí a aceptar el hecho de que nunca iba a saber qué pasó con el pastel, porque cada vez que encuentro la caja, ya está vacía.

No sabía qué estaba pasando, pero hoy, ella me ofreció un pedazo de pastel. Traté de ocultar mi curiosidad en silencio mientras ella hacia lo mismo y cortaba una rebanada de la pequeña y redonda tarta de queso de arándanos. Ella me sonrió cuando me vio tan feliz, a pesar de mi comportamiento tranquilo. Le devolví la sonrisa y fue en ese momento, que noté sus ojos rojos e hinchados.

Supongo que algunas cosas no cambiaran.


25 de diciembre de 2022

¡Amo la Navidad!

Era una ocasión extraña reunirnos en un solo lugar. Cuando era más joven, no entendía por qué lo hacíamos. Pero a medida que crecí, aprendí que es algo por lo que no debo estar triste. Tenía más suerte, en comparación con el resto del mundo. Al menos podíamos pasar ocasiones especiales y estar juntos sin dramas. Era muy poco convencional, pero éramos felices.

Normalmente soy la más feliz cuando llega este día, porque puedo pasar tiempo con todos en mi familia. Sin embargo, este año fue diferente. Ella no pudo unirse a nosotros como usualmente lo hace. Me llamó para decirme que su trabajo en Polaris aún no había terminado. Así que le pregunté qué haría en Polaris el día de Navidad. Pero todo lo que me dijo fue; que lo sentía mucho, pero que ella se quedaría allí para algo muy importante.

Me enoje y decepcione de ella. Pero mi ira y decepción desaparecieron una vez que descubrí su regalo en mi habitación, antes de irse a su viaje. Era un lindo vestido amarillo. Era lo que había querido comprar desde hace meses. Y supongo que la perdone demasiada fácil.

FIN E INICIO / CLEXADonde viven las historias. Descúbrelo ahora