Una Rosa Y Muchas Espinas.

Introducción.

Si bien sabemos, cada ser que nace o es creado debe morir o ser destruido, el orden natural de todo, es el ciclo de la vida.

Naces, creces, te reproduces y mueres.

Naces, creces, mueres, resucitas, asesinas, te enamoras...

Es el ciclo de Axel, nuestro protagonista, quien solía ser un chico normal como la mayoria, no tenía dones ni mucho menos habilidades físicas extraordinarias, no tenía un atractivo demasiado grande.
Pero algo lo hacía especial.

Siempre que se proponía algo, lo lograba, aunque el ignorase esto último.

Él se consideraba "nerd" o "don nadie" sí, un autoestima baja, aún así alguien le subió dicha autoestima una vez decir unas palabras... durante una fría noche sin luna que iluminara el majestuoso cielo nocturno.

-"Eres precioso, eres lo que necesito con urgencia... solo por eso, me perteneces."- fueron las palabras de aquella mujer cuya belleza era infinita, al menos para Axel quién la miraba fijamente a los ojos casi hipnotizado, para él ella era una diosa.
Ojos azules, cabello rubio claro, tez blanquecina, cuerpo bien desarrollado, en pocas palabras; Perfección.
-Ahora... ¿quién eres?-

-Soy... tuyo.- fué su respuesta.

Así, todo se tornó oscuro momento despues de recibir un beso de aquella mujer, ella le besó... y mordió su cuello, absorbiendo aquel líquido color rojo que ansiaba probar para saciar su sed de sangre, ella siguiendo su instinto sobrenatural dió lo llamado "beso" de la muerte a Axel, y su vida no cumplió su ciclo...

~¿Que ocurre cuando el ciclo no se cumple? † † †

El ciclo natural de la vida, una cosa que siempre llega es la muerte, quienes la evaden malditos serán y al cielo no serán ascendidos.

Aquella frase desconocida fué lo primero que escuchó Axel Lyon al despertar de su sueño... que eterno debió ser mientras pronunciaba unas palabras desconocidas para él mismo.

-Del polvo fuimos creados... y al polvo vamos a volver.-

No faltó demasiado para notar que él no era... él, era distinto.

Con el tiempo fué aprendiendo lo necesario para sobrevivir por su cuenta, ya que empezó a combatir en peleas callejeras, aunque solo fué un pequeño périodo de tiempo.
Aprendió lo que necesitaba para defenderse.
Un sabio concejo que recibió de una chica que conoció en un callejón.
Esbelta figura, cabello rojo escarlata, ojos de un color rojo carmesí, una mirada que a cualquiera volvería loco, pero a Axel le sucedió algo distinto...
Ella no era humana, ni vampira, tampoco loba.

Tiempo despues no solo tuvo que luchar con humanos, sino también con otras especies sobrenaturales.

-Con el tiempo, saciaré tus dudas... todas y cada una de ellas. Hasta entonces... haste fuerte, tan fuerte... que ni mi padre pueda siquiera tocarte.- Susurró la pelirroja en el oído de Axel, para luego dejar un beso en su cuello, de forma delicada, Axel se removió incomodo por cierta sensación familiar y ella lo notó. Entonces ella desapareció, dejando un extraño humo negro sustituyendola por unos segundos hasta esfumarse.

Era el destino, ¿o simple casualidad? Aunque no existe tal cosa como el destino, son simplemente sucesos que ocurren en un tiempo y momento determinado, nada esta decidido de antemano, nada.

Una diosa le arrebató su vida humana, y otra diosa hizo que recuperará sus ganas de vivir.
Aún así, Axel conocerá a alguien más, cuya presencia hará que él vea el mundo con otros ojos.