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Esta mañana a duras penas había conseguido abrirme paso por los pasillos de la universidad, donde es fácil morir pisoteado, hasta llegar a mi taquilla.

Mientras abría mi taquilla y cogía los libros que usaría hoy, toda la masa de estudiantes se dividió dejando un pasillo por el centro exactamente igual que el mar rojo.

Fue entonces cuando mis ojos vieron al chico más hermoso desfilando por el pasillo todo encantado consigo mismo.

Tenía el cabello castaño y algo ondulado, una piel bronceada, los ojos color avellana más bellos que haya visto alguna vez, y unos labios delgados y rosados.

"Diablos, un ángel", pensé.

Todo el mundo (incluido yo) cayó subyugado al instante bajo su poderoso hechizo hipnótico, que nos dejaba totalmente rendidos ante él.

Cuando se acercó hasta su taquilla, justo al lado de la mía, me permití admirar su perfil. Quedé fascinado ante tanta belleza, no creí que habría alguien así de hermoso en este planeta.

Definitivamente no es de este mundo.

Perdido entre mis pensamientos no me había dado cuenta que el chico bonito ya se había ido.

—Mierda —maldecí.

Revisé la hora en mi reloj, y se me estaba haciendo muy tarde. Y todo por estar observando al chico lindo.

Corrí lo más rápido que pude hasta llegar al salón que me tocaría y me disculpé con el profesor por el retraso. Luego de presentarme fui a sentarme en el único asiento libre que estaba al fondo.

El profesor continuó explicando lo que sea que estaba explicando antes de que yo llegara e interrumpiera su clase.

Aún no podía sacar de mi cabeza a ese bello ángel del pasillo, es que, ¡Dios!, su belleza me cautivó por completo.

Perdido otra vez en mis pensamientos no me di cuenta que alguien me estaba hablando, hasta que ese alguien tocó mi hombro. Me giré un poco en mi asiento para ver de quién se trataba y me encontré con un chico.

—Disculpa, ¿cómo te llamas? —preguntó con una sonrisa.

Miré a mi alrededor y luego me apunté; es que no podía creer que alguien ya me dirigía la palabra en mi primer día.

—Sí, te hablo a ti —soltó una pequeña risa—. ¿Cómo te llamas?

—Jeon Jungkook —murmuré, algo tímido.

—Mucho gusto, Jungkook. Soy Hoseok, Jung Hoseok —extendió su mano hacia mí y la tomé con una sonrisa.

—El gusto es mío, Hoseok

Uy, qué elegante.

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Lamento los errores ortográficos y todo, es mi primera vez escribiendo aquí y no se me da muy bien.

Espero y les haya gustado >o,<

Bye, bye.

El tonto enamorado [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora