Next Summer

IV

Bill se estiró, había quedado perdido en sus pensamientos, miro el reloj creyendo que ya era hora de cerrar, salió de la tienda con el propósito de entrar las flores que estaban en exhibición, pero no esperaba para nada ver a quien se encontraba fuera de esta.

—hola Bill...
Bill lo miró sorprendido, qué hacía Ford fuera de su tienda? —h-hola, señor Pine... que se le ofrece?
—oh nada, solo pasaba a ver tus hermosas flores...
Bill sonrió nervioso —gracias, ya voy a cerrar así que las entraré —dijo mientras se dirigía a la entrada
—te ayudo
Ford se acercó y para mala suerte de Bill, comenzó a entrar las flores a la tienda.
—vives solo Bill?
Bill lo miraba de reojo con seriedad —si, soy solo yo...
—no te sientes solo? siendo tan joven y en este enorme lugar
Bill entro las últimas flores —las flores son mi mejor compañía, las amo y ellas me aman a mi —dijo acariciando una —se lo que les gusta y ellas me lo dicen, creo que todos quieren cariño señor Pine, y estas flores no son la excepción, las flores mas hermosas son las que más amor se les ha dado y las que más amor poseen
Ford sonrió —tienes razón, ya debo irme con mi familia, suerte en tu negocio Bill —dijo saliendo

Bill suspiró, esperaba que ese tonto discurso lo haya despistado, aunque debía admitir que se sentía cercano a esas flores, tampoco es que las amara, solo se sentía bien entre ellas y ya.

El castaño se recostó en su cama, cuando había vuelto a la cabaña, su tío Ford no estaba por ningún lado, ¿es que acaso el científico sospechaba de algo y solo quería mantenerlo encerrado en la cabaña? Pero nunca le había dicho que sospechaba que Bill había vuelto, solo comenzó a actuar extraño de pronto. Que haría su tío si se enterara de sus sentimientos por el demonio? pero, cómo habían nacido esos sentimientos? No lo sabía, la primera vez que había visitado a Bill, fue por que se sentía solo y se había acercado a la estatua, había comenzado a hablar de sus sentimientos pero nunca pensó que se obsesionaría con el demonio. Aunque si lo pensaba bien, después del Raromagedon, no había parado de pensar y recordar a Bill, había comenzado a escribir su propio diario y ya con los años, había notado las incontables páginas que contenían información de aquel triángulo.

La primera vez que leyó sobre Bill, en el diario de su tío, no pudo evitar sentirse atraído a la imagen de este, era tan misterioso, con un aspecto curioso, raro, le encantaba, tal vez si el demonio de un ojo no hubiera intentado robar la clave de su tío, dispararle con un rayo de mente en el abdomen, robar su cuerpo y dañarlo, romper la computadora con información, encerrar a su hermana en una burbuja y finalmente intentar conquistar su mundo, podrían haberse llevado bien.... Rayos, de verdad había perdonado mucho... pero no entendía por que, aun no perdonaba a Gideon, no lo odiaba pero no confiaba en él, porque bajaba tanto las defensas con Bill? Solo Podía llegar a una conclusión, estaba enamorado, no servía de mucho analizarlo ahora que ya le había dicho a Bill sobre sus sentimiento, pero necesitaba pensarlo más, porque no se sentía como con Wendy, con ella era raro, con Bill podía ser más natural, pero sabía que estaba enamorado porque necesitaba seguirlo a todos lados y reírse de todos sus chistes, menos en los que se burlaba de él, claro...

Al día siguiente Dipper despertó asustado, se había dormido pensando, suspiró y se levantó. Al bajar, se pudo encontrar con su familia que lo saludaron con la energía característica de su familia. Durante la tarde, Mabel comenzó a vestirse con su mejor vestimenta y a arreglar su cabello frente a un espejo.

—donde vas? —pregunto Dipper arreglando su mochila
—amm... —la chica se veía nerviosa —comprare... unas flores
—para? —soltó el castaño acercándose
—ya sabes Dopper, decorar el cuarto... para tener... inspiración...
—inspiración? Tu necesitas inspiración?
—claro que sí dip dop —dijo molesta -ya debo irme
—espera, vas a la florería de Bill?
Mabel se detuvo y lo miro —si... la del rubio...
—pues yo debo ir, si quieres yo te las traigo...
La castaña lo miró unos segundos insegura —y si mejor yo le entrego lo que sea que tengas que darle o decirle?
Dipper la miro con duda —.... lo ayudo con las cuentas de la florería...
—y-yo también puedo!
—eres malisima en matemáticas...
—ag!! Dopper! -grito acorralándolo en una pared —necesito esto! Es enserió! Ese chico me encanta, de verdad quiero hablar con él... por favor Dipper...
El castaño la miro sorprendido para después cambiar a una expresión de molestia —es solo otro enamoramiento tonto, se te pasara mañana
—no es así Dipper!... por favor, por tu hermanita...
—pero... Mabel...
—por favor dip... por mi...
Dipper bajo la mirada y asistió —te llevare...
—gracias hermano! —grito la mayor abrazándolo por el cuello
—si, vamos -dijo tomando su mano y guiándola