Karakuri 卍 Burst - Kookmin.

002.

Un fuerte sonido de un golpe se escuchó proveniente de la oficina principal del cuartel de los Karakuris.

—¡Eres un inútil! ¡¿Cómo es que no pudiste completar una misión tan fácil idiota?!

—Perdóneme por favor Señor.

—¡Cállate! —gritó tirándole nuevamente una cachetada al contrario. —No quiero oír más tus explicaciones. ¡Ya lárgate, no quiero ver tu despreciable rostro hasta que lo ordene!

El contrario se retiró de inmediato dejando al superior, su mano derecha y un agente solos dentro de la oficina.

—En cuanto a ti Park, debo reconocerte tus grandes habilidades asesinando, me impresionas bastante.

—Gracias Señor Jung. —respondió éste haciendo una reverencia.

Jung Hoseok. Él era el superior y líder de la organización de Karakuris, él era el principal responsable de tanta muerte y destrucción.

Y por supuesto era quien le daba órdenes a todos sus agentes, y Park hasta el momento se había convertido en el asesino perfecto, seguía las órdenes al pie de la letra, era una persona insaciable y con sed de sangre,  con deseos de destrucción, de quien sus enemigos no sabían nada más que su apellido. Park Jimin, era su nombre, sí, era el mismo Jimin que había estado con Jungkook en su niñez, el mismo que le había robado el corazón hace mucho tiempo, el mismo que se pensaba que estaba muerto. Era uno de ellos, un Karakuri.

—Luego me das las gracias. Tengo una nueva misión para ti Jimin, y más te vale que la cumplas con éxito porque tu sabes las consecuencias. ¿Entendiste? —dijo de forma amenazante.

—Ordene Señor.

—¡Ja!, así me gusta Park. Bien, sabes nuestro objetivo principal, pero no puedo destruir al General Min Yoongi de un solo golpe sin que el Comandante Jeon intervenga, y es por eso que, como eres nuestro mejor asesino del momento de todo el proyecto de Karakuris, te asignaré la siguiente misión: Destruye al Comandante Jeon. ¿Te ha quedado claro?

—Sí Señor, como usted ordene. —dijo Jimin ante la orden, y se inclinó frente de él.

—Bien, ahora vete. Cumple la misión y, no me decepciones Park.

—Mí vida antes que decepcionarlo Señor.

Y así, Jimin se retiró de la ofinina dejando a su líder junto con su mano derecha, Kim SeokJin.

—¿Estas seguro de asignar esta misión al agente Park?

—Por supuesto, que ¿acaso vas a cuestionarme por eso? —preguntó Hoseok, algo desafiante.

—No para nada, no es eso... Digo, tu sabes acerca de la antigua relación de Park con el ahora Comandante Jeon, ¿no crees que podría tener un percance con su pasado?

—Ay Jin, no lo entiendes todavía ¿verdad?, el proyecto Karakuri no tiene fallos desde que ascendí oficialmente al mando en esta organización, todo este tiempo me he dedicado a trabajar específicamente en Park y como puedes ver ha resultado ser todo un éxito. No hay forma de que su pasado interfiera de nuevo en su mente, me he asegurado de que las drogas actúen en su cerebro de forma que olvide absolutamente todo de su pasado. ¿No lo recuerdas?

Flashback

—¡Ahh, no! ¡Kookie! —el joven rubio gritaba con desesperación mientras luchaba por soltarse de su agarre.

—¡Jimin!

Jungkook también se encontraba en la misma situación, trataba de soltarse del agarre de dos hombres que le impedían el paso para llegar donde estaba Jimin.
El santuario donde vivían ellos y muchos otros niños había sido invadido y atacado por la organización de los Karakuris, y al parecer su objetivo era llevarse a algunos, desafortunadamente Jimin era uno de ellos.

—¡Sueltenme! ¡Kookie, ayúdame!

—¡No, Jimin!

Jungkook estaba a punto de soltarse para ayudar a Jimin, cuando escuchó nuevamente un grito proveniente del rubio, un grito de dolor. A Jimin le habían lastimado su ojo izquierdo.

—Kookie... —dijo el rubio con poca voz, para luego desmayarse por la pérdida de sangre. Ahí estaban Hoseok y Jin, quien este último tomó al chico cargando y se lo llevó mientras Hoseok solo reía descaradamente por su triunfo.

Jungkook al ver tal escena se desespero tanto que gritaba inconsolable. Pero sin éxito, era inútil, solo veía como se lo llevaban, igual los hombres que lo sujetaban antes de retirarse del lugar lo hirieron en el ojo derecho, dejando al castaño desangrándose y luego de un rato también se desmayó.
Quedándose solo, tirado en el piso inconsciente.

...