Parece que va a llover, nubes grises ocultan las estrellas esta noche, que irónico, se supone que las veríamos juntos antes de que te fueras, pero al parecer ellas decidieron irse contigo. Y pensar que solo fue hace un par de semanas cuando me tomabas de la mano y me decías que jamás te alejarías; que casualidad, esa tarde también llovió. ¿Es acaso la lluvia la que rompe las promesas? O mejor dicho, tus promesas, tus estúpidas y falsas promesas, te odio, no, no por haberte ido sino por irte sin siquiera despedirte.
Que ingenua fui al no darme cuenta de lo que me hiciste, fue tu culpa, todo esto fue tu culpa, yo me esforcé muchísimo para que no pasara pero entre tus estúpidos regalos, palabras bonitas y promesas sin cumplir lograste que cayera. Me enamore como una idiota, es tu culpa que ahora me encuentre así, destrozada y perdida en una noche de estrellas que se han ido contigo.
Si estuvieras aquí ahora me dirías que deje de hacer berrinche, pero no estás, porque decidiste irte, alejarte de esta vieja tonta que no deja de quejarse. Permíteme quejarme ahora, creo que tengo el derecho de hacerlo. Tú también te quejarías si yo me hubiera ido así, lo sé.
Sé que tu partida no es tu culpa, sé que el destino decidió que ya era hora de marcharte, pero no estoy de acuerdo con el destino, debías quedarte, conmigo, porque te amo tanto que sería capaz de cuidarte por el resto de mi vida. Te odio porque te amo y sé que aunque te fuiste me amabas.
Estoy molesta, pero no contigo sino con el estúpido destino que no me dejó estar a tu lado, ni cuando más lo necesitaste ni en un futuro. Mi amor, mi vida, ¿por qué te fuiste? ¿Acaso no te cuide lo suficiente?, espero que la respuesta no sea si porque eso solo dice que estos 30 años no fueron suficientes.
Estuve 26 años de mi vida buscando el amor y cuando por fin lo encontré decidió irse 30 años después, parece demasiado, lo sé, pero para mí fue la eternidad más corta, te amo y te amare por siempre.
Sé que debo dejarte ir, ya estoy demasiado vieja para seguirte esperando, pero te prometo que un día nos volveremos a encontrar, volveremos a ser jóvenes, me tomaras las manos, de tus labios saldrá un te quiero y prometerás jamás alejarte, porque a partir de ahí será inmortal, todo lo que sentimos, ya no habrá dolor y tu sonrisa seguirá siendo mi frase favorita.
Prometo dejar de llorar, de quejarme tanto y de odiar el destino, ese que te alejo de mi lado, porque sé que aunque me duela debías irte. Cariño, este será el viaje más largo que has tenido, el más lejos, tan lejos que no podré alcanzarte ni con la punta de mis dedos, pero debes estar tranquilo, a lo mejor mañana o dentro de algunos años iré a visitarte y me quedaré contigo.
Tu muerte me dejó un vacío muy grande, pero cuando nos encontremos, por fin, dejará de llover.
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Esta historia fue hecha para un ejercicio de escritura de la página Literautas
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Lloverá y te amo.
Short StoryEscrito para un ejercicio de escritura de la página Literautas