De nuevo vio hacia el cielo, esta vez mientras flotaba sobre el mar en una pequeña barca improvisada de madera y hojas, mientras viajaba a través del oceano del sur, no podía ver a Siau pues la noche apuntaba hacia otro lado del firmamento, podía ver la gran cantidad de estrellas frente a ella, tantos planetas con tantas posibilidades, pensó que quizá debía arrepentirse, irse de aquel lugar y simplemente volver al letargo en el que se encontraba antes de si quiera ocurrirsele convertirse en una Criadora, pero no podía dejar a Siau solo, no podía ser tan egoista.
La pequeña barca golpeó suavemente contra la arena de la playa a la cual había llegado, parecía una pequeña isla en la mitad de la nada esperando a ser encontrada por algún explorador, la chica no era ninguna exploradora, simplemente era una Criadora, pero no veía razón para no buscar en el lugar algo que pudiera serle útil para realizar su trabajo, descendió de su pequeña barcaza para empezar a caminar a través de la playa, pero justo al pisar la arena pudo sentir un pequeño pinchazo sobre su pie, ¿qué la había pinchado?, cuando alzó su pierna para ver que había debajo se dio cuenta de que del suelo sobresalía una pequeña aguja metálica, al agacharse para tomarla notó como esta aguja se adentraba de repente hacia la arena, estaba viva.
La chica rápidamente se lanzó al suelo para empezar a excavar entre la arena buscando aquel pequeño ser que la había lastimado, y de un golpe atravesó la arena lo suficiente como para poder agarrar el pequeño cuerpo de lo que parecía ser un animal peludo, al sacar su brazo de la playa agarró al animal entre sus dos manos mientras lo miraba directamente a sus cuencas, aunque era dificil saber cuales eran realmente las cuencas de sus ojos.
- ¿¡Por qué me pinchaste!?
El pequeño animal se retorcía sobre si mismo intentando escaparse del agarre de la joven, el pincho se encontraba justo sobre su espalda, era una aguja alargada que parecía salir de su columna mientras su cuerpo redondeado como una bola de pelo agitaba lo que parecía ser un par de aletas que usaba para moverse
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- ¿Entonces todas las creas tú desde cero?
- No... a veces pasa que agarro algo y por accidente lo hago un primero
- ¿Inconscientemente?
- Sí... es algo vergosozo para alguien como yo...
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- No sé ni por qué te pregunto, ¡ni si quiera sabes hablar!
La joven volvió a dejar sobre la arena a la pequeña criatura, y al soltarla, esta empezó a excavar rápidamente hacia el interior de la arena, y cuando menos pudo haberlo pensado, la isla de repente empezó a temblar, un terremoto que parecía agitar los mismos cimientos del continente entero, el ser que antes había agarrado la criadora empezaba a crecer, su cuerpo parecía empezar a mutar, podía verlo desde su posición puesto que el animal había vuelto a la superficie al notar que todo empezaba a temblar, la isla empezaba a crecer de forma incontrolada, y el Glibbrath surgía desde el interior del ser que antes tenía en sus manos la chica, esta vez un nuevo hilo había sido creado, 'Gorin' que se traduce como 'Instinto'
La chica no sabía qué hacer, ¿escapar? ¿pelear? no podía hacer ni lo uno ni lo otro, si escapaba sabía que aquel animal empezaría a destruir toda la isla, y no quería eso, no quería que el lugar se reduciera a meras cenizas únicamente por el error que había cometido, y tampoco podía acabar con él pues su cuerpo ahora sostenía un nuevo hilo de la malla del planeta, ¿qué podía hacer en ese caso?... encerrarlo, atrapar al Glibbrath y domarlo tal y como era necesario.
- ¡Aba-!
Antes de poder decir nada la cabeza de la criatura se abalanzó sobre la chica cayendo sobre la costa con un fuerte estruendo, el golpe le dió de lleno y aplastó su cuerpo contra el suelo mientras intentaba retener el peso del Glibbrath, el golpe había sido tan fuerte que una de sus costillas se había roto y habia perforado por fuera de su cuerpo hasta caer sobre el suelo, sin embargo la Criadora no lo sentía, o simplemente no quería sentirlo, recobró las fuerzas que necesitaba para volver a evocar su voz frente al animal.
- ¡Abajo!
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- ¿Qué pasaría si mueres?
- ¿A qué te refieres?
- Con los Primeros, ya sabes.
- No sé, probablemente seguirían su vida... no es como que yo sea indispensable para que ellos vivan.
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Prima Kalith
FantasiaSiguiendo con la saga de 'Historias de Bacrat' llega la historia de aquellas criaturas que han habitado el mundo desde tiempos inmemorales y funcionan como las fuerzas caóticas que irónicamente mantienen la malla sobre el que se sostiene el mundo en...