Cada martes me resultaba mágico, pues eran los días en los que la linda rubia entra al aula y yo quedo hechizada.
Eran los días de la semana en los que tenía al menos cuarenta minutos para admirar de lejos a esa linda chica.
Entonces me propuse ser parte de su vida, fuese como fuese.
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In my head
Short StoryEstoy obsesionadamente enamorada de ti, Caroline Siempre estás en mi cabeza