Capítulo 4

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Yoongi se incoo de rodillas frente a mi acariciándome la cabeza y abrazándome, dándome fuerzas y diciéndome que saldría de esto.

- Ven, levántate, hoy dormirás en mi habitación, yo lo haré en el sofá, las otras habitaciones están ocupadas.

- Está bien - dije sorbiendo la nariz.

(...)

Me agarro la mañana con un pequeño pájaro entonando su particular sonido.

- Aafs, callate pájaro tonto - lancé una almohada contra la ventana y con toda la pereza del mundo me volvi a colocar en mi posición para dormir.

No podía hacerlo. Alrededor de 10 minutos pasaron.

Me levanté de la cama exhausta de estar a costada sin hacer nada, fui hacia la cocina para empezar a hacer el desayuno claro sin antes darme una ducha y cepillar mis dientes.

...

- Yoongi, levántate, tienes que desayunar.

- ¡No quiero!

- ¿Te quieres morir del hambre?

- Déjame tranquilo, estoy durmiendo.

- Okey no te interrumpo más, cualquier cosa tu desayuno está guardado en el microondas - dije caminando hacia la salida - vuelvo en un rato, iré al supermercado y a buscar trabajo - no recibí respuesta alguna.

Salí de casa en dirección a la salida de la urbanización, no hubo ningún obstáculo en el camino.

Me dedicaba a entrar en cada tienda en busca de un buen trabajo, en todas estas me daban cupo la cual les decía que vendría al día siguiente luego de pensarlo.

Zapateria, tienda de ropa juvenil, mesera etc eran cosas que no me atraían para nada.

Tenia experiencia en la gastronomía debido a los cursos, me dedicaría a trabajar como cocinera en un restaurante.

- Por aquí - me decía una empleada llevándome a la oficina del gerente.

- Gracias - dije haciendo una
reverencia, toque aquella puerta unas tres veces escuchando un entre desde adentro.

- Buenas dias, Soy Kim Tn - nuevamente hice una reverencia - vengo en busca de un puesto como cocinera en este restaurante.

Lo pensó un momento.

- Está bien señorita Tn, le daremos un trabajo aquí pero tendrá que pasar por pruebas a ver si esta hecha para este oficio - tenía un lapicero la cual movía entre sus dedos - ¿me puede entregar su currículo?

- Lo siento, no tengo uno.

- Entonces, ¿usted cree que puede estar aquí sin uno?

- Por favor deme el trabajo, no tengo dinero y gastronomía fue lo único que pude estudiar desde pequeña - de un momento a otro se me humedecieron los ojos.

- Descuida, no llores - dijo alertado - te haremos la prueba, no importa si no lo tienes, se que andas en busca de uno.

La actuación es buena.

- Muchas gracias - dije limpiando una verdadera lágrima falsa.

Quien diría que funcionaria.

- ¿Quieres que te haga la prueba mañana?

- Ahora mismo si es posible.

El gerente me guió hacia la cocina dándome un delantal.

- Empieza ahora, tienes alrededor de dos horas para hacer el platillo que tu quieras - puso un cronometro en marcha.

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