El diagnóstico.

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Comenzé a ir a la psiquiátra y psicóloga. Me evaluaron. A la cuarta sesión me dieron los diagnósticos, tenía en primer lugar, depresión. No me lo tome muy mal, porque yo sabía que era posible que tuviese ese trastorno, pero no era el único. Me diagnosticaron ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo, paranoia, y anorexia purgativa. Estos dos últimos si que me movieron la mente. Se me aclararon muchas cosas, ahora entendía por qué me sentía perseguida todo el tiempo o por qué tenía esa sensación de que mi mente me decía que no comiera. Pero me sentí una "loca". Para mí esto de padecer enfermedades mentales era nuevo. No dejaba de pensar en todo aquello, me sentí peor conmigo misma de lo que ya me sentía, me desprecié más aún y mi autoestima ya estaba por el subsuelo.

Cada vez que pensaba en que tenía ansiedad me daba más ansiedad. Cada vez que pensaba en que tenía paranoia me sentía mas observada y perseguida. Cada vez que pensaba en que tenía anorexia purgativa me daban más ganas de vomitar. Fue un momento difícil, y en realidad lo sigue siendo. Esta historia no tiene un fin, sino que sigo viviendo con todos estos trastornos que prefiero llamar 'demonios' porque me tienen en un infierno. Cada noche hago lo posible para dormir «cosa que se me hace difícil debido a mi insomnio» y cada mañana al despertar, siento como si tuviera que volver a soñar la misma pesadilla de cada día. ¿Cómo puedes despertar de una pesadilla si no estás durmiendo? Es prácticamente imposible. Estoy ahogada en mis delirios y en mis oscuros pensamientos, pensamientos que me invaden día a día. Es por eso que decidí escribir cada uno de estos, aunque no sé si será del todo posible poner lo que pasa por mi mente en palabras.

Diario de una anoréxica paranoica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora