One-Shots/Drabbles Shinkami

Todoroki's

No hay nada mejor que descansar en tu hogar luego de lidiar con villanos todo el día, en especial si tus personas favoritas esperan con ansias tu regreso.

Nunca se imaginó una vida lejos de uno de sus soles, en especial de aquel que brillaba con mayor intensidad, opacando todo a su paso. Por esta razón, no puede permitir que ese niño siga contaminando la esencia de su Denki.

Advertencia: Mención de Omegaverse

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Verificando por séptima vez la hora en su teléfono, suspira al ver que ya es tiempo de salir de aquella enorme oficina. Con solo aquel aparato en mano se dirige a la puerta. Hace media hora que había reemplazado su traje de héroe por una camisa manga larga blanca, junto a un saco y pantalones negros, podría ir a su destino como Endeavor pero lo prefería así, no quiere a más niños estúpidos rodeándolo con sus molestas preguntas. Sigue caminando, dando uno que otro asentimiento o monosílabo como respuesta a los saludos que recibe de sus trabajadores, y al vislumbrar la salida acelera de manera imperceptible su paso. Cuando se encuentra de nuevo en el exterior se dedica a buscar su auto, al encontrarlo saca sus llaves y entra, dando inicio a su rutina después del trabajo.

Primero haría una parada para comprar dulces, variando estos y colocándolos en dos pequeñas bolsas. Luego tendría que lidiar con el pésimo tráfico de todos los días a esa hora en particular, siendo seguido por otros autos al tomar el mismo carril. Solo diez minutos más y estaría estacionado frente al jardín de niños de la ciudad. No gastaría mucho tiempo bajando del auto, menos localizando las dos cabelleras coloridas. Rojo y blanco. Rubio junto a un mechón negro. Sonríe cuando distingue a ambos niños correr hacia él, abriendo instintivamente sus brazos para recibirlos.

Las risas de los pequeños son amortiguadas por el pecho del mayor, quien los alzó en un abrazo para dejar un beso en las cabezas de cada uno. Terminando la pequeña muestra de afecto se resigna a dejarlos de nuevo en el suelo, separando sus labios para indicarles que entren al vehículo, cuando se ve interrumpido por el más energético de los tres.

—¡Papá! ¡Hoy llegó un niño nuevo a la escuela! Es muy cool, jugamos todo el día juntos, él, Sho-chan y yo. Lo hubieras visto ¡Era como otro Sho-chan! Pero con un cabello más extraño...Bueno no tanto, pero sí.

El niño rubio, de nombre Denki parecía echar brillos y chispas por sus enormes y hermosos ojos ámbar. Aunque para Enji estos siempre estaban igual de brillantes y resplandecientes.

—Oh ¡Hay está papá! ¡Mira, mira! Espera, lo traeré— No esperó el consentimiento del pelirrojo y salió corriendo en dirección a su escuela.

—Está peor que cuando se comió todos los caramelos en la casa—Su otro pequeño, Shoto, vio con gracia al otro irse.

—Pues no puede irse así como así siempre, es peligroso.

Tomó la pequeña mano entre la suya y se dirigieron al mismo lugar que Denki, quien hablaba animadamente con otro infante que desconocía. Todos los niños son iguales para él, a excepción de sus hijos, ellos son demasiado para cualquiera, incluyéndose.